Banco de Misericordia: Una Historia de 25 años con Altruismo y Esperanza

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De manteles largos el Banco de la Misericordia

La pastora Lupita Navarro y su esposo Rafael iniciaron hace 25 años su labor altruista al ver la necesidad en las comunidades vulnerables de la urbe fronteriza.

Motivados por un llamado divino, comenzaron a repartir alimentos, enfocándose en niños y personas mayores.

 

Con el tiempo, su esfuerzo creció, lo que llevó a Lupita y su esposo Rafael a buscar apoyos. Esto los llevó a descubrir el significativo desperdicio de alimentos en supermercados y restaurantes. “Empezamos a tocar puertas para rescatar, dignificar y entregar esos alimentos a quienes lo necesitan”, comentó Lupita.

Hoy, el Banco de Misericordia alimenta a aproximadamente 500 familias al mes, gracias a una bodega que almacena productos recolectados y comprados. Lupita también distribuye despensas en estancias infantiles, albergues de migrantes y centros de rehabilitación.

Lupita enfatiza la importancia de ayudar: “Es el tiempo de mostrar nuestro amor y cumplir con el mandamiento de amar al prójimo como a nosotros mismos”.

Rafael Navarro, ha seguido en pie su dicho: Vive Para Servir