Otra tragedia más a la cuenta de la 4T

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Inevitablemente tenemos que iniciar esta columna con la tragedia ocurrida la noche del pasado lunes en una estación de migrantes del Instituto Nacional de Migración (INM), que dejó como saldo 40 migrantes muertos y 28 con graves quemaduras.

Lo que más indigna y preocupa e irrita a la sociedad es que en esta ocasión fueron migrantes que estaban bajo la custodia del gobierno federal que, habiendo tenido la posibilidad de trasladarlos al albergue Leona Vicario, los acinaron en las oficinas sesenteras del puente internacional Reforma en donde sucedieron los hechos.

Después de conocerse la lamentable noticia, el gobierno de la 4T trató de minimizar su responsabilidad de la tragedia que mató a 28 migrantes originarios de Guatemala, además otros de Honduras, El Salvador, Venezuela y Colombia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador abrió la mañanera con la noticia y trató de posicionar la idea de que fueron los migrantes los que habían iniciado el fuego al prender unas colchonetas en protesta porque los iban a deportar el gobierno.

Incluso AMLO se refirió a que el incidente había ocurrido en un albergue y nunca mencionó la estación de migrantes que está bajo la responsabilidad de su gobierno a través del Instituto Nacional de Migración.

Por más que se esmeró el presidente en culpar a los migrantes de la tragedia, ya muchos se hacían preguntas sobre cómo habían ocurrido los hechos.

Más tarde se filtró a los medios un video con imágenes de la estación en donde se ve claramente lo que sucedió. Literal, los guardias encerraron tras las rejas a los migrantes para que murieran quemados y asfixiados por el humo del incendio. La mentira del presidente se vino abajo. o alguién le dio otros datos.

Y como es costumbre en este gobierno cuatrotero, el hilo se reventará por lo más delgado e irán a la cárcel los que sólo cumplen órdenes de los ineficientes e ineficaces jefes del gobierno federal.

Crimen de estado cuatrotero.

Tras la tragedia llegó el alud de señalamientos de culpas, las conjeturas de los de derecha y los de izquierda son de entenderse por su dicotomía ideológica, pero entre los propios morenos se aventaron la pelotita.
El caso más notorio fue el de la corcholata Adán Augusto López que en varias entrevistas en medios nacionales, puntualizó que en el gobierno obradorista existe un acuerdo de que la política migratoria la lleva el canciller Marcelo Ebrard. Aunque el secretario de gobernación dijo que todos salen a dar la cara.
Aquí en Juárez los marucampistas y hasta los crucistas terminaron echándole la culpa al gobierno federal de lo ocurrido.
Se espera que este miércoles llegue a esta frontera Marcelo Ebrard para coordinar los trabajos de repatriación de los cuerpos de las víctimas a sus lugares de origen y para asegurar la ayuda y atención de los lesionados.

También llegarán a esta frontera personal de la Fiscalía General de la República (FGR) para iniciar las investigaciones y lograr el esclarecimiento de los hechos.

Por esta lamentable tragedia tendrán que responder, no sólo lo que arrojen las investigaciones, sino todas aquellas instituciones que están obligadas por la ley a apoyar y a proteger a los migrantes. Pero de entrada el principal responsable directo de la salvaguarda y previa detención de los migrantes es el INM, no hay de otra.

Le llueve al obradorismo por tragedia.

La sociedad civil, organizaciones internacionales, líderes empresariales y políticos de todos los partidos lamentaron la tragedia y señalaron al gobierno federal como responsable de lo sucedido.

Una de las críticas más duras fueron las que lanzaron el ex diputado federal Porfirio Muñoz Ledo quien expresó que, “el fallecimiento de los migrantes no fue un accidente fortuito, sino un crimen de estado”.

Muñoz Ledo señaló que el Instituto Nacional de Migración se ha transformado en un instrumento neonazi y servil que recuerda los campos de concentración y exterminio.
El dirigente nacional del PAN, Marco Cortés, dijo que lo ocurrido es inadmisible; también calificó los hechos como un crimen de estado que amerita la renuncia inmediata de los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; de gobernación, Augusto López Hernández; y del titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño.

Por su parte, Alejandro Moreno Cárdenas dirigente nacional del PRI, pidió al Instituto Nacional de Migración claridad total para deslindar responsabilidades. Y así sucesivamente hubo miles de comentarios que inundaron las redes sociales y los medios convencionales de comunicación.

Hubo pronunciamientos también de Estados Unidos y de la comunidad internacional.
La respuesta del gobierno federal en aras de la gobernanza debe ser contundente y no se debe prestar a componendas políticas, es un desgraciado tema que todavía tendrá muchas hojas por escribir.

A las tragedias de Tlahuelilpan, de Nuevo Laredo, la de la línea 12 de la Ciudad de México, ahora se le agrega la de Ciudad Juárez, y tanto que explotaron los guindas, el caso de Villas de Salvárcar, el de la Guardería ABC de Hermosillo, y el caso de los 42 desaparecidos de Ayotzinapa.

En el cadalso el factótum Loera.

Después de la tragedia de la estación de migrantes, la vox populi le pide al inquilino de palacio nacional que a guillotine al superdelegado Juan Carlos Loera, quien ha lucido desde hace más de cuatro años su falta de aptitud y de actitud para ser un auténtico representante de la república.

Aquí queda de manifiesto aquel dicho “amblista” que dice: para “ser funcionario y legislador en la 4T, se requiere el noventa por ciento de lealtad y 10 por ciento de capacidad”, si no que le pregunten a cualquier chihuahuense sobre la inoperancia del Loera.

Y aún así tiene el descaro de aspirar a gobernar a los juarenses y también como segunda opción se envalentona y quiere ser senador por Chihuahua.

Le quedó muy grande el papel y la confianza que le dio AMLO y como dice el lema español universitario: “lo que natura, no dio Salamanca, no presta”.

Sheinbaum va a promoverse a Chihuahua

Si todo marcha sobre rieles, este sábado estará por Chihuahua capital la corcholata consentida de Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum.

Desde ayer por la noche comenzaron los cruces de llamadas y mensajes de WhatsApp para preparar el operativo de acarreo de todo el estado; desde esta frontera llevar varios camiones repletos de seguidores de Sheinbaum Pardo.

Lo que no sabemos es si los costos de traslado, la torta y el refresco, serán patrocinados por el alcalde de Juárez la presidencia municipal de Juárez o la delegación de Chihuahua de los programas del Bienestar.