CON INFORMACIÓN DEL BORDO Y DE LA OPCIÓN
Monreal Ávila se auto denomina juarense.
Cada vez que está en Juárez acude con su familia comerciante a deleitarse de tripitas de la Bolivia y flautas.
El que escribe esta entrevista dice que existen dos vías para ser reconocido como juarense: una, por nacimiento y, la otra, por vivir en Ciudad Juárez.
Tal vez sea el único lugar en el mundo en donde vivir ahí otorgue la ciudadanía en automático, aunque esto sea solo en el mundo de la convivencia.
“Yo soy juarense, aquí vive mi familia, los Ávila son todos los que venden flautas, tripas, en la Bolivia, en la Mejía, en la Perú, en La Cuesta”, dice orgulloso.
Y repite, muy político, viendo a los ojos de los reporteros a ver cómo reaccionan:
“Yo soy de aquí, prácticamente cada año venía, al Noa-Noa, al Cosmos, al Kentucky, o al café o a los bares de la Juárez, pero conozco todo”, señala y ríe muy maquiavélico.
Los reporteros se carcajean.
“Iba al estadio de la Cruz Blanca a ver a los Indios de Juárez a ver el beisbol, o a las albercas de la Cuesta cuando hacía mucho calor”, señala.