LURO VERUM
Por Rafael Navarro Barrón
Y allí estaba él, jovial, seguro de la plataforma política que le armó su partido, el PAN; la camisa arremangada, como marca el manual de marketing político para dar la apariencia de trabajo y cercanía con la gente; lleva un pantalón café, rabón –brinca charcos- para lucir sus Steve Madden, blancos, impecables, que en la parte trasera de los tenis tiene unas chichitas o mini ubres, a la altura del ‘hueso sabroso’.
El calzado del funcionario estatal no se adquiere en las ‘segundas’, sino en las tiendas fifis. El precio es cercano a los 4 mil pesos, una bicoca para Gil Loya y los empresarios que lo patrocinan en su carrera por la alcaldía de Juárez.
Hay quienes dicen que el muchacho tiene con qué; la realidad es que es demasiado chihuahuita para los juaritos, que reniegan de los eventos rebuscados, porque al final de cuentas son un ‘talk show’ donde uno piensa que en cualquier momento aparecerá la señorita Laura mentándole la madre a los varones.
Los juarenses detectan inmediatamente los eventos a modo porque, al final, la trastada se descubre, y no hay duda que la estrategia es que el invitado especial se luzca. Como dicen los gachupines “nos truenan las bolas” los foros mamones que rebasan nuestro pragmatismo. Aquí nos gustan las cosas derechas, la visión clara, las definiciones a tiempo.
Es sábado 24 de junio. Estamos en vivo y en directo en el teatro INBA, ubicado en el corazón del Pronaf, con un auditorio abarrotado; más de mil almas están sudando la gota gorda en el legendario inmueble que sigue igual desde su fundación en 1964: un deficiente aire acondicionado, un equipo técnico e iluminación deficientes, una pésima limpieza…el inmueble huele a viejo.
Los traqueteados baños, donde han orinado artistas de renombre y millones de juarenses que han pasado por esa iconográfica infraestructura de la frontera, están en el total abandono. Las mujeres tienen que hacer fila para hacer pipi porque hay un solo sanitario disponible.
Sábado, 24 de junio, en el mero día de San Juan Bautista, a 42 grados centígrados. 11:46 de la mañana… ¡Señores y señoras!, aquí está, de carne y hueso y sin uniforme de policía, Gilberto ‘Gil’ Loya, hombre cercano de la gobernadora Maru Campos y actual titular de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública.
Ese día, con la bendición de san Juan Bautista, se realizó el destape político que se convirtió en una caja de sorpresas para todos. La voz del santo decapitado en el tiempo de Jesús se levantó esa mañana caliente: “Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor…el camino de Gil”.
Es el tiempo de levantar la mano y qué mejor que un policía para defender los colores del blanquiazul. Sorpresa inesperada porque el funcionario estatal, no aparece en ninguna de las encuestas que circulan en las redes sociales; sorpresa porque lo de su nominación eran solo rumores; sorpresa porque tiene años desligado de Ciudad Juárez; sorpresa porque sería la primera vez en la historia de la frontera que una persona con perfil policiaco intente dirigir una comuna como la nuestra.
Y desde el sábado, ya no es Gilberto, sino Gil. Al nombre de pila se le quita la fuerza fonética. José Alfredo Jiménez, no se habría atrevido a componer la canción de ‘El Perro Negro’ si el personaje principal se llamara Gil El Valiente, de la Piedad, Michoacán.
Pero el secretario requiere de un nombre político, de un nombre artístico porque es el elegido para la competencia electoral del 2024. Y por favor que ningún ingenuo pregunte quién autorizó ese destape cuando todo el gabinete estatal está presente; cuando la estructura de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal está presente, todos uniformados, ataviados por el sello del momento, Gil Loya.
El asombro recorre los pasillos externos e internos del INBA. Anuncios inflables de todos tamaños, con el color azul y las siglas del PAN, para que no exista duda, inundan el exterior del edificio.
Afuera del inmueble, en los pasillos, en las puertas cerradas y abiertas, decenas de oficiales, de detectives, de investigadores, de la policía secreta, de agentes uniformados, algunos camuflageados, otros del equipo swat preparados por la Secretaría de la Marina; todos al unísono custodian a su jefe.
Y miren lo que son las cosas: el flamante, egresado del Tec de Juárez, donde estudió Ingeniería Electromecánica, sufre y se encabrona. En primer lugar llegó a las 11:46 de la mañana cuando el calor desquiciaba al más cuerdo de los presentes. De haber llegado puntual hubiera hecho otra rabieta porque los encargados de la escenografía se tardaron en colocar unas lonas azules en el fondo del escenario.
Ya en escena, el secretario empezó a sucumbir por la negligencia técnica de sus muchachos encargados de transmitir la presentación video que era una oda al ego del secretario.
Cuando ocurre una desgracia técnica, cuando se traba el powerpoint y las laptop se niegan a trabajar, algo se atora en la garganta. El estómago se hace chiquito chiquito y uno piensa en madrear a todo mundo. Por la mente corren las renuncias de cuanto cabroncito fue el responsable de tal mamada. Y a lo lejos ve correr a un técnico y a otro; suben y bajan escaleras sin poder resolver el problema. Es entonces que el agraviado, desde el templete, lanza una mirada retadora…audaz, una daga filosa, un “ya verás, pendejo”…
Y allí está el video, transmitiéndose sin sonido, proyectado en tres televisiones de 45 pulgadas que, por su tamaño, es imposible que el auditorio las pueda observar, menos oír. Por eso es mejor aventarse la presentación a ‘capela’, para evitar el ridículo que ya corre en forma de sudor por la cabeza y cae irremediablemente hasta el suelo.
Por eso los dichos mexicanos, como ese que reza “en casa de herrero cuchara de palo”.
En ese momento, el secretario dudó de la Fuerza Centinela “de primer mundo para atacar la violencia en Chihuahua”, como él la presentó; dudó de los 70 drones con los que cuenta la secretaría; dudó de la inteligencia artificial; de los 11 filtros y 4 arcos que conforman el Escudo Chihuahua… y ¿cómo no?, el día del destape, en el máximo acto político de su vida, con sus tenis tan blancos y su espectacular ingreso al escenario, los técnicos que dicen haber colocado 503 postes y 2 mil cámaras en la entidad, no pudieron accionar un simple video, algo que el colectivo presente agradeció por dos razones: por el pinche calorón que estaba haciendo, y dos, porque todos creían que iban a un foro y no a un destape.
Rogelio Loya, otro de los aspirantes, el ‘hermano’, como lo llamó el secretario, porque se apellidan igual, está entre el público asistente. Al mirar la escenografía, la presencia de Xóchitl Contreras, la principal organizadora y a Margarita Alvídrez, secretaria general del PAN en el Estado, el rostro del Recaudador de Rentas perdió la sonrisa que es muy característica en su persona.
Allá en la oscuridad de las butacas, retacadas de moyotes, deambula la oportunidad que un día le otorgó su partido para que buscar la alcaldía de Ciudad Juárez. Y pensó ¿y los espectaculares que me preparó la revista patito que contraté?
En primera fila, Rogelio Loya mira el show de Gil, su hermano de mentiritas, que se pavonea en el escenario oscuro, primero con un micrófono inalámbrico y después con uno de mano.
La diputada Marisela Terrazas sufre del mismo mal. Sopesa desde el graderío a su nuevo adversario, Gil Loya que llegó al INBA con toda la caballería pesada.
Todo su equipo de trabajo de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública está presente y entrenado para el destape del jefe. Por la frecuencia de radio las expresiones abundan “todos 10-12, el X1 está llegando al 10-22…preparados, confirmen 10-4”.
Marisela Terrazas se pasea entre las filas de asientes. Saluda con la afabilidad que la caracteriza y permite que la asistencia se tome selfies con ella.
El calor arrecia, pero por fortuna en la puerta de acceso principal repartieron a la concurrencia una carpeta con hojas en blanco que sirve para abanicar el calor de la sala. Además se regalaron más de mil bolsas de celofán donde viene una pulsera de tela que lleva las letras ‘Salvemos a México’, una pluma grabada con el hombre de Gil y un abre sodas.
Desde la fila VIP, los ojos siempre analíticos de Oscar Ibañez, el representante de la gobernadora Campos, observan el momento. Sus manos en la boca, sus escasos saludos, apenas se levanta para que el jefe de Comunicación Social en la zona norte, Carlos Omar Barranco le tome la foto del recuerdo junto con los personajes que componen el espacio de los Very Important Person.
Allí está también el subsecretario de Educación, Maurilio Fuentes; el titular de la JMAS, Sergio Nevárez; el subsecretario de Desarrollo Humano y Bien Común, Sergio Acosta; en la oscuridad, sobresale la cabellera abundante y los tremendos bigotes de Rogelio Ramos, el líder de los hoteleros; más a la derecha, el ‘palero’ transexenal Rogelio González, ahora con la estafeta de la ‘Mesa de Seguridad’, recordando los días perfectos de su empresariado, cuando el hotel El Paseo era el favorito del gobierno de César Duarte.
El escenario se montó para nuestro Capitán Centinela, el egresado del Tec de Juárez, el que en sus mocedades era guardia de seguridad en los antros de Juárez. Y se siente orgulloso de haber sido un ‘saca borrachos’.
Allí está el flamante Secretario de Seguridad Pública Estatal que logró llenar el INBA, un auditorio para más de 950 personas.
El evento lo dice todo. No hay duda del significado. Todo empezó unos días antes, en una reunión de ‘menú abierto’ con periodistas juarenses. Por segunda ocasión, el flamante y poderoso secretario dialogó con los comunicadores sobre la importancia del proyecto Centinela.
Ahora le toca al gabinete estatal, a la sociedad civil, a los compañeros de partido, a los invitados especiales, a los burócratas que están allí sin mucha convicción porque es sábado, su día de descanso y los jefes les pidieron que atendieran la invitación como mero acto de cortesía.
En el momento más álgido del calorón, una turba de beisbolistas, ataviado con el uniforme deportivo de Los Guerreros, arriba al INBA y hasta lanzan la batería de porras enarbolando los equipos que concursan en los torneos juarenses.
Ya para la segunda mitad del evento, las zonas representadas por el pueblo bueno, por los burócratas estatales, se empezaron a quedar vacías y por si no fuera poco, el Capitán Centinela, dueño del evento, recibió la reprimenda del único sacerdote invitado que se quejó por la tardanza del jefe policiaco y anunció que se retiraba porque tenía bautizos en la sede parroquial de Riberas del Bravo.
Y así, con esas vicisitudes, contratiempos, errores técnicos, tardanza en el programa, un público aburrido por el formato mal planteado y ante el despecho de quienes ya estaban apuntados para la contienda, inició la campaña encubierta de quien está siendo oficialmente presentado como uno de los prospectos a la alcaldía de Juárez.
Y nadie lo podrá bajar, porque su nominación es una orden superior… 10-4.