Tremendos rounds de palabras el que protagonizaron en la sesión del Congreso del Estado las diputadas Ilse América García Soto y Yesenia Reyes. Ambas, no se podían callar y eso les valió un regaño de la presidenta Geo Bujanda, pero les valió y continuaron. El motivo de esa discusión fue la aprobación de la enajenación de terrenos en Nuevo Casas Grandes a la empresa LEAR, la cual generará mil 500 empleos para empezar.
La discusión fue provocada al llevar al pleno la fracción de Morena una caja de regalo. Lo que fue catalogada como una clara provocación.
Fue Ilse América García, quien expresó que era una vergüenza y acusó a los diputados, sobre todo del PAN de regalar predios que no eran de ellos.
Lugo vino el revire de Yesenia, la cual, no es ninguna dejada y contestó que con mucho gusto se llevaba la caja llena de oportunidades para el noroeste, lugar donde vive América.
Cabe recordar que hace unas semanas y está grabado, la misma diputada de MC, ahora morenista, gritaba a los cuatro vientos en un discurso, pidiendo apoyo para Nuevo Casas Grandes. “A ver hasta cuando también regalan un terreno para una empresa en Casas Grandes, lo anterior sucedió cuando también se otorgó otro predio para una industria en Chihuahua capital.
CAJITA DE REGALOS CAUSA AGARRE EN CONGRESO
Así que no le quedó de otra a la diputada América más que callar, recordó ese momento en que siendo del MC pedía cosas para su municipio y ahora en Morena, se hace de la boca chiquita.
La discusión, no quedó ahí, se fue hacia los coordinadores y la presidenta. Se tuvo que hacer un llamado al respeto entre las dos bancadas, PAN y Morena.
La que siguió causando broncas fue la mentada cajita, hizo que salieran en escena los coordinadores del PAN y Morena, Mario Vázquez y Cuauhtémoc Estrada, la cual concluyó en puros reclamos de temo para la presidenta del Congreso Georgina Bujanda.
LA VIOLENCIA ES EL TALÓN DE AQUILES DE BONILLA
La violencia e inseguridad que se registra en la capital de Chihuahua ya parece estacional. No es ni debe considerarse normalizada o parte de la cotidianeidad. Para el presidente municipal Marco Bonilla todo marcha muy bien a comparación de otros años. Al menos que la comparación se haga con los muertos que hubo en la revolución.
En Chihuahua capital todo mundo calla la situación que se vive en el tema de violencia, nada transita.
Durante el mes pasado se contabilizaron más de 50 crímenes de alto impacto y este mes por desgracia pinta peor.
Hasta el lunes (pasado) la suma ejecuciones estaba en 23, pero el martes en un solo hecho acribillaron a cinco personas en la colonia Sahuaros.
Son cifras muy elevadas que se quiera o no van directamente al funcionamiento y resultados del presidente municipal, Marco Bonilla Mendoza.
Lo que está ocurriendo en la capital del Estado, que es además sede de los poderes estatales, está muy lejos de ser casos aislados, como luego se busca justificar la ineficiencia en materia de seguridad pública.
CORRAL IGUALITO QUE DUARTE
EL exgobernador Javier Corral Jurado sobre justicia, la ha definido como persecución política, por supuesto que en su contra.
En la entrevista con un medio de comunicación en la Ciudad de México con Del Collado, se autodenomina como perseguido político por parte del gobierno de Chihuahua y como dice AMLO de sus detractores, cuando la realidad apunta a actos de corrupción, excesos y de violación de los derechos humanos del exmandatario.
Dice que las tres carpetas de investigación que tiene en integración la Fiscalía General del Estado, más la docena que proviene de denunciantes particulares, es persecución política.
Se fue por el discurso fácil; Corral ya perdió hasta el estilo, el buen debate que por varios años mostro en las tribunas legislativas.
Ahora las muletillas, las frases hechas las usa a modo. Muy rápido recurre al engaño, por no decirle mentira y a la vez al olvido.
Ya no recuerda sus omisiones y tal vez desvíos en la crisis pandémica; la perdida de los 100 millones en medicamentos caducos, el desmantelamiento de policía estatal, un hueco financieros de siete mil millones de pesos, los altos niveles de inseguridad y la quiebra económica de las finanzas estatales.
Son sólo unos temas para refrescar la menoría, sin dejar a un lado el caso de El Chueco que no quiso detener; las carencias de obra pública, la tortura y la inacción.
Recurrir a la persecución política como injustificado argumento, sería igualito que el exgobernador César Duarte (ahora preso) en la propia persecución de Corral en su contra, o tal vez supone que será compañero de Cereso. Eso sería histórico.
En política cualquier señalamiento de corrupción, equivale para políticos y funcionarios a persecución política; es más, mediático del momento es la denuncia internacional del dirigente nacional del PRI, quien acusa al presidente López Obrador, causalmente de persecución política.
Abaratada la frase significaría entonces, que persecución política equivale a actos de corrupción, en cualquier línea en la que se pretende sacarle la vuelta a la justicia.
Que se aplique el estado del derecho, es lo deseable, pero también el mejor camino para aplicar la justicia.
Por cierto la gobernadora Campos Galván, cuestionada sobre los señalamientos del exgobernador perseguido, sólo agregó la palabra oraciones. Es decir, “sin perdón ni olvido, pero con oraciones”. En fin.