LURO VERUM
Por: Rafael Navarro Barrón
¿Cómo entenderlo? ¿Cómo digerirlo? Putrefactos y llenos de desaseo son los nuevos tiempos de la política mexicana. Mi razonamiento se niega a observar al ‘diputado pafo’ (así entre comillas) Armando Cabada Alvídrez en el escenario nacional para que, a nombre de los diputados chihuahuenses, lisonjee la figura presidencial por el reciento decreto de regularización de vehículos chocolate.
Es usted, señor presidente, valiente e inteligente o inteligente y valiente, no sabemos en qué orden, pero lo es, según el diputado Cabada, el ex alcalde pafo.
Su figura se levanta alevosa para ganar el micrófono. Inconcebible, a su lado, sin ningún pudor, el también legislador juarense Daniel Murguía Lardizábal, el hermano del ex alcalde Héctor Murguía, el famoso Teto.
Cabada se cansó de denostar la figura del ex alcalde Murguía y competidor de las elecciones donde resultó ganador, arrolladoramente, el que llevaba la bandera independiente. Al dueño dueño de Don Boletón y co-propietario del Canal 44 fue ayudado, ahora sabemos por el Cisen (Gobernación federal) y por César Duarte que jugó con los sentimientos del tal Teto y lo engañó todas las veces que pudo. Qué ojete.
Enemigos políticos
Ya como presidente municipal, molesto por la anticampaña del priista que lo hizo añicos llamándolo corrupto, denostando la administración del dos veces alcalde.
Cabada se mofaba de Teto Murguía a quien le apodada el “El babaloca”. Y ahora, su hermano, Daniel Murguía, de la mano de su colega el flamante diputado pafo, robando la escena nacional -de la rueda de prensa- compartiendo el tiempo, entre cámaras, micrófonos y reporteros con el detractor de su propia sangre.
“Vente para acá Daniel”, dice el que fuera por años lector de noticias del Canal 44. Y el tal Daniel, trapeando su dignidad, su sangre, su pudor a cambio de unos minutos de fama, sonríe con el detractor de su hermano…porque ahora, ambos, son del partido que reina en México.
Daniel está allí para hacer bola, para salir en la foto, para que lo vean en casa, para que lo observen sus compadres, sus amigos de parranda, para que su hermano, el ex alcalde, se dé cuenta que en política no hay hermanos, sino intereses y traidores.
La voz estudiada de Cabada, archireconocida en Ciudad Juárez, así como que va a llorar, pero no llora, se levanta para elogiar al que le dio la oportunidad de ser diputado, al mismísimo presidente de la república, a don AMLO, al “señor presidente”.
Frente a las cámaras, el legislador pafo, que arribó a ese cargo legislativo por una extraña circunstancia, muy enredada, en la que tiene que ver el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo. Por penosa, la historia no se escribe en este espacio.
Frente a las cámaras, pues, el agandallaje prospera y Cabada señala que el decreto de regularización de autos ‘chocolates’ promovido por el presidente Andrés Manuel López Obrador se puede observar en dos sentidos: inteligente y valiente; inteligente porque nos invita a todos a vivir en la legalidad y valiente porque, a pesar de las presiones de las compañías armadoras de autos y al vacío de los últimos tres presidentes de México que fueron muy culeros, el ahora líder moral de todos los mexicanos, el mismísimo AMLO, se aventará tremendo tiro.
El Acuerdo está calientito. Lo firmó el presidente AMLO en Ensenada y ya muchos se están cepillando los bigotes. Saben que detrás de un decreto de esa magnitud está la lana, el poder, la reelección, la oportunidad de que los fronterizos recapaciten y concedan a Morena el tremendo privilegio de seguir gobernando a México.
Desde que se dio a conocer el decreto, Juan Carlos Loera no deja de sonreír. Parece que su cara es una máscara sonriente, llena de expresiones y sueños.
Cabada no lo dijo, pero todo lo sabemos que los expresidentes del pasado tuvieron miedo de regularizar chocolates por el poder de las perversas armadoras de automóviles que son una mafia auténtica, pero ahora el inteligente y valiente AMLO está consciente de la necesidad de las familias y resolvió un problema social de un plumazo. Regalo de Navidad.
Pero creemos que es conveniente que ese valiente e inteligente presidente de la república se entere, que su ahora colega morenista, cuando fue alcalde de Ciudad Juárez, se convirtió en un líder pafo. Motivó la circulación de más de 70 mil vehículos chuecos a cambio de un ingreso millonario que nadie sabe dónde fue a parar.
Señor presidente, si usted puede hacerlo, con esa inteligencia y valentía que lo caracteriza, pregúntele a su diputado Cabada, donde quedó ese recurso que le robaron a los juarenses.
Es muy fácil, señor presidente, multiplique por favor 70 mil vehículos por $350 pesos. El resultado es lo que está perdido. Las placas eran tan chafas, en todos los sentidos, que usted podrá advertir que fue un fraude de altos vuelos. Esperamos su respuesta.
Su ahora diputado, señor presidente, solapó y, estamos seguros, se benefició de un programa de ‘regularización’ ilegal, delincuencial, que tuvo su venia, su protección absoluta. Todavía no era de su partido, lo aclaro.
En aquella época, señor AMLO, había en la administración un hombre conocido como ‘nalgas guandas’, nunca supimos quién era en realidad porque su presencia se equiparaba al ‘garganta profunda’ de las historias de narcos, pero en esencia todos tenemos una idea de quién pudo este siniestro personaje. Él se encargó de recoger el dinero que nunca llegó a las arcas municipales. No se imagina dónde se entregaba ese recurso.
Con decirle, señor presidente, que sus hermanos Pio y Martín de sus mismos generales, son unos bebés de cuna, comparados con estos ladrones.
Creo que el AMLO valiente e inteligente, podrá descubrir todos esos entuertos. En este momento estamos seguros que usted ignora a quién ‘palomeó’ como legislador plurinominal. En su última visita, se acuerda señor presidente, usted salió por las calles de Juárez y dijo, palabras más, palabras menos “qué pinche desmadre es esta ciudad; oscura y llena de baches”.
Observó usted infinidad de vehículos chocolates y fue cuando su inteligencia y valentía se impusieron sobre la realidad de México. De allí la astucia para este decreto con el que ahora nos sorprendemos todos.
Pues no se equivocó, señor presidente AMLO, este desmadre de ciudad es producto de su ahora aliado en la Cámara de Diputados. Ese levantadedos morenista está ahora a su servicio y es el único responsable de ese desmadre que usted vio en Juárez.
En la actividad de gobierno, Cabada no tuvo empacho en ordenar el libre tránsito solo a quienes trajeran las placas rojas vendidas por sus socios.
Los agentes de vialidad de Cabada, señor presidente de la república, usted que es valiente e inteligente, eran los promotores de este robo descarado, pues a los automotores americanos sin placas los enviaban a los lugares donde se realizaba el trámite y les prometían libre tránsito a cambio de $350 pesos.
Su aliado principal y socio fue un periodista alejado de la actividad reporteril, que se encargó del proceso en el que se ofrecieron las famosas placas rojas en $350 pesos por unidad. Se logró incluir en un falso padrón alrededor de 70 mil vehículos. Como le digo, usted mismo, don AMLO, saque la cuenta o pídale a Pio que le ayude.
El origen de esta farsa la divulgó en su momento el periódico Norte, ahora en versión digital. Señaló que “el gobierno federal había cancelado la posibilidad de que 38 mil propietarios de vehículos ‘chuecos’ (en realidad fueron 70 mil) la oportunidad de regularizar sus vehículos debido a la imposición de inalcanzables reglas y altos costos fiscales, lo cual fue aprovechado por comerciantes, políticos y funcionarios de las tres esferas de gobierno que han lucrado política y económicamente con la necesidad de los juarenses que durante décadas han reclamado un digno y eficiente servicio de transporte público.
El periódico divulgaba en el reportaje que “en el 2017 comenzó con la tolerancia de las autoridades de las tres esferas de gobierno hacia la expedición de ‘las placas rojas’ por parte de cinco organizaciones locales de vendedores de autos usados -según se anunció en su momento-, para vehículos de modelo 2007 y años anteriores que no podían importarse”.
La mención del periódico Norte se acercó a la realidad existente en ese tiempo. “Esta política complaciente y tolerada por las tres esferas de gobierno, principalmente por el municipio, incrementó el tránsito vehicular de la ciudad en 38 mil automóviles que al amparo de las ‘placas rojas’, una identificación extraoficial, empezaron a circular sin restricciones, por toda la ciudad.
El costo fue de 350 pesos por cada vehículo censado. Esta acción no fue revertida por ninguna instancia de gobierno, todo lo contrario se dejó en manos de este grupo de vendedores de autos usados una acción pública que debieron emprender o promover las autoridades locales.
Y así señor presidente valiente, el “flujo del trámite no paró. Los mismos agentes de Tránsito canalizaban a los propietarios de autos chuecos con Alberto Rivera, El Vaquero para que tramitaran sus placas. Así, los conductores dejarían de ser molestados. Esa era la instrucción de sus superiores, así se lo hacían saber a los guiadores”.
Por eso nos llama la atención la forma arribista en que Cabada, ya como diputado, platica la historia frente a las cámaras, junto al hermano del famoso Teto Murguía. “En Ciudad Juárez existe un parque vehicular de medio millón de vehículos, 100 mil son chocolates. De allí tendremos la oportunidad de que el recurso que resulte de la regularización se puedan adicionar 200 millones de pesos para los juarenses y sus vialidades”, dijo Cabada.
El ‘diputado’ lamentó que el mensaje claro que el PRI y el PAN están señalando en una abierta oposición a la regularización vehicular que estará activa en todos los municipios fronterizos de la franja norte del país.
El castigo para Maru Campos ya se suscribe, por ser del PAN. Por lo pronto, la diputada Maite Vargas, también morenista, anunció la necesidad de que los municipios sean quienes recauden los recursos de la regularización de autos chocolate para asegurar que “no meta manos el Estado”.
Maite es la Presidenta de la Comisión de Asuntos Frontera Norte en la cámara de diputados. En atención al rechazo panista, anticipó que presentará una reserva con el objetivo de que los ingresos que se obtengan por la regularización de vehículos de procedencia extranjera sean recaudados directamente por los ayuntamientos y estos rindan cuentas a la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, tanto de la cobranza y el registro de las unidades como de las acciones de pavimentación en las que se utilizará el dinero, esto con el fin de ayudar a que dichos municipios puedan fortalecer su sistema de ingresos autogenerados y (aunque el mismo proyecto de ley de ingresos especifica que será Hacienda quien repartirá de manera proporcional el recurso a los municipios) tratar de blindarlo para que el Estado no intervenga ya que ha sido una petición constante de la ciudadanía en el caso específico de Chihuahua, por temor a un mal uso de los recursos.
El antecedente inmediato de la incursión de Cabada en el tema de los vehículos chuecos, fue durante la tercera visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Ciudad Juárez, Chihuahua, siendo alcalde, el ahora legislador plurinominal, le pidió evaluar un decreto de regularización de vehículos “chuecos”, sin papeles regularizados.
“Los juarenses quieren tener sus carros en regla y necesitan de su ayuda”, señaló en el acto donde el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Román Meyer Falcón, presentó las acciones de mejoramiento urbano en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Así las cosas, señor presidente de la república.