Por César Sánchez Loya
De candidato a presidente de México.
El discurso sobre política interior de Andrés Manuel López Obrador cambio drásticamente; de exigir que el Ejército Mexicano dejará de patrullar en las calles. Cómo presidente de México cambió su posicionamiento y ahora invita a la sensibilidad para que la SEDENA participe abiertamente en tareas de seguridad pública a través de una reforma constitucional que habrá de cabildear.
Pocos habrán de entender lo que está realizando el presidente de México. Para que AMLO haya virado drásticamente respecto a tan delicado tema, quiere decir que las cosas, no andan nada bien en torno a la violencia atroz ejercida por ejércitos completos del crimen organizado, puede ser inclusive que la estabilidad del país esté en juego como lo que pasó en Colombia hace décadas con el cartel de Medellín.
Datos del Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE) ubica a 148 grupos del crimen organizado distribuidos en México, cada uno cuenta con un ejercito a su disposición dedicados a todo tipo de actividades ilícitas, hay quienes cuentan con un número de más de 20 mil elementos dispuestos accionar, formados en la guerra por ex miembros del Ejército Mexicano y Fuerzas Federales que han puesto en serio predicamento la actuación de policías municipales y estatales que prefieren ser coaptados que asesinados.
Los recursos que manejan los Carteles de la droga se cuentan por millones de dólares anuales provenientes principalmente del país norteamericano y del viejo continente.
El político Santiago Creel Miranda de filiación panista expuso en redes sociales lo que para el son 10 trampas que utilizó MORENA para permitir una reforma que autorice al Ejército Mexicano y a sus mandos continuar hasta el 2028 en las calles, realizando tareas que le competen a la policía. Pero con qué, autoridad moral el político blanquiazul puede expresarse si siendo Secretario de Gobernación en el periodo de Vicente Fox, faltando meses para terminar su gestión inundó de permisos para instalar casinos de apuestas en todo el país con la intención de dejar con sus maquinitas en la ruina a miles de mexicanos. La pregunta obligada porqué, no cuestionó a Felipe Calderón cuando sacó a las calles a las fuerzas castrenses y como si critica AMLO. ¿Acaso ser del mismo partido político lo obligó a callar y avalar la irregularidad?.
El desbordado crecimiento del crimen organizado se convierte en una situación extraordinaria cuando las policías locales no son capaces de contenerlo; por consecuencia la Guardia Nacional debe de actuar a solicitud de las autoridades locales y estatales tratándose de ilícitos de la delincuencia organizada, debe de actuar de forma obligada; se les dio la oportunidad que mandos civiles, aún, siendo del partido político oficial fueran autoridad sobre las fuerzas militares, sin embargo después de un año aproximadamente por algún motivo, no funcionó; se busca reformar la constitución para darle argumentos legales a su actuación; con una preparación para eliminar al enemigo y además defender al ciudadano, las fuerzas armadas se quiera o no deben estar desplegadas en todo el territorio mexicano para defender la seguridad interior del país.
Hasta ahora, no hay un planteamiento serio de algún personaje o partido de la política en todo México, ni una estrategia fundamentada para forzar al Ejército Mexicano ha regresar a sus cuarteles; la oposición es por consigna, lo único cierto es que hay una violencia en México que no da margen para presentar opciones serias y de esta manera deslegitimar la presencia de las fuerzas armadas en todo el territorio mexicano.