Columna de Plata: el premio será para familia de periodista muerto

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LURO VERUM

 

por Rafael Navarro Barrón

Recibí con mucho júbilo la noticia que me trasmitió el periodista Luis Carlos Carrasco Martel, director de la revista y página digital ‘Tal Cual’, en donde me informaba que había resultado ganador de la Columna de Plata 2022, en el género de Columna.
Ese día agradecí a la mesa directiva de la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez y al jurado calificador la distinción a mi trabajo como reportero de temas políticos.
Agradezco también el incentivo económico ofrecido como parte del premio, definitivamente algo de gran apoyo pues no son tiempos fáciles.
El día de la premiación, aunque no estuve presente, me enteré que, en fechas próximas, se integrarán al muro de los periodistas fallecidos los nombres de 31 colegas, hombres y mujeres, que desafortunadamente murieron, unos a causa de la pandemia y otros por enfermedades que laceraron su condición física.
Me sentí bastante conmovido al saber el número tan grande de personas relacionadas con el periodismo que han perdido la vida recientemente. Pensé en la fragilidad del ser humano y en las condiciones en que muchas personas tienen que sortear su existencia cuando quedan desamparados por el fallecimiento de quien se constituía como proveedor o proveedora del hogar.


Precisamente, por esa causa, como parte de la familia Tal Cual, hemos tomado una decisión que no es, de ninguna forma, un rechazo al estímulo económico que se otorga a los periodistas ganadores del certamen Columna de Plata, sino está relacionada con una determinación personal, profesional y familiar, que proviene de una profunda reflexión ante la difícil situación que están viviendo algunas viudas, huérfanos y padres de familia que dependían económicamente de sus seres queridos ya finados.
Por lo anterior, hemos solicitado a la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez se otorgue a uno de los deudos de las personas fallecidas el estímulo de $7,500 pesos que obtuvo Tal Cual y un servidor en el certamen Columna de Plata. Deseamos que ese capital sirva para apoyar temporalmente a la persona que elija la APCJ.
La anterior cantidad estará adicionada, a través de un esfuerzo personal, de $2,500 pesos más para completar un monto total de $10,000.00 pesos que tendrán el destino antes expuesto.


Conozco la extraordinaria honradez y espíritu solidario de los directivos de la APCJ para que sean ellos los que elijan a la persona que habrá de recibir este apoyo económico en la fecha que se elija, que según adelantó el Presidente Asociación de Periodistas, Rosendo Gaytán será el mismo día que se incluyan los 31 nombres, en el muro de los comunicadores caídos, que se ubica en la Plaza del Periodista.
Es duro enfrentarse a la realidad de la muerte, sobre todo cuando despedimos a personas con las que hicimos carrera, amistad y una especie familiaridad en la que no nos importó compartir apellidos y consanguineidad, sino el trabajo, los éxitos, las frustraciones, los reclamos y hasta despidos injustificados de que fuimos objeto.
Así somos los periodistas, esa es la otra parte de la hermosa profesión que pocos conocen. La frase de los Tres Mosqueteros nos representa en el gremio: “Uno para todos y todos para uno”. Esa es la esencia de nuestro paso por las redacciones. Así trabaja la profesión a la que le dedicamos tanto tiempo.
Por eso somos tan selectivos y no aceptamos a cualquier espécimen que se autonombra periodista sin serlo. Nunca han tejido la noticia desde una redacción; son escritores que conceptualizan las ideas y las plasman sin el menor esfuerzo, sacrificio y pasión que reviste nuestra profesión de reporteros.
Diré lo que siento: me impactó la lista de comunicadores caídos dada a conocer por la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez, la única institución que a lo largo del tiempo ha honrado con respeto a los periodistas y trabajadores de medios de comunicación.
Los gobiernos, los políticos, los empresarios, los entes sociales y hasta los clericales, a los que se sirve en la profesión, se olvidan rápido de la existencia de los periodistas; no entienden la profesión y lo que vale la vida de quienes se dedican a ser informadores profesionales.
La muerte es el silencio de su voz y de su pensamiento. No muere cualquier individuo, perece un luchador social, pierde la vida un ser humano que hace públicas las marañas de la política, lo peor de la sociedad.
Somos odiados, temidos y despreciados. Nos dicen muertos de hambre, chayoteros, corruptos; somos adulados de frente y traicionados a nuestras espaldas. Por eso la frase: “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, sino de hambre”.
Para callar a un periodista, solo queda la expectativa de la muerte, por eso México es el número uno en crímenes contra reporteros. Siempre nos matan igual: con armas, cuando estamos desarmados; de espaldas, porque no tienen huevos para ver a la cara a quien se constituye como una verdad sobre la base podrida de la moral; nos victiman utilizando comandos fuertemente armados, para mostrar el desprecio a los que los enfrentan, en ese clima de impunidad que existe en México, al crimen organizado.
Los asesinos no aceptan que se divulgue su estiércol en el que se revuelcan como representantes del poder, cualquiera que sea.
Luego, al morir, las viudas y los huérfanos de los comunicadores caídos desprecian al periodismo porque piensan que la profesión es un factor de muerte, cuando en realidad, es el muro de contención que sostienen con los brazos de la verdad los guerreros de la pluma.
Sí, el periodista es un ente individual, huraño por naturaleza. A veces estamos enfrentados unos con otros, pero todo es asunto de egos; y recientemente por esa morbosa historia presente, estamos desunidos gracias a la política de partidos que, maliciosa y mentirosamente, divide a los supuestos buenos de los supuestos malos. Maldita sea esa forma de hacer política porque día a día se torna como un arma para desacreditar a quienes sacan a la luz la podredumbre del poder, para que la feroz y perversa impunidad se haga más fuerte e invencible.

El recuento nos duele. Tan solo en Ciudad Juárez, treinta y un caídos en un periodo corto y devastador. Su partida nos marcó a todos, porque los conocimos, sufrimos con ellos y sufrieron con nosotros todas las circunstancias trágicas y bondadosas de la vida.
Imposible olvidar la huella de don Arnoldo Cabada de la O, de Humberto Leal Valenzuela, del periodista independiente, Eugenio Chávez Calderón, como quitar de la historia deportiva a José Vázquez Jiménez “Chintololo”, el fotógrafo que más pugilistas internacionales apuntó en su lista.
Otros de los que se despidieron de Ciudad Juárez, fue el buen amigo Osvaldo Hernández, decano de los decanos, al igual que Armando Escobar, “el tierno” un ícono en la redacción del Canal 44 y después, empleado en la función pública; Patricia ‘Paty’ Cabrera, cuya iniciación en el periodismo me tocó constatar en El Diario de Juárez.
La lista integra a Antonio Flores Silva, cuya actividad periodística desconozco en lo particular, al igual que el trabajo de los periodistas Abel Salinas Ávila, Alejandro Sánchez, María Elena Carpio, Luis Enrique Jurado, Juan Manuel Sánchez, Gonzalo León y Mary Calva
Alguien a quien admiré y ponderé siempre como reportero, fue al buen amigo Fernando Méndez, el diablito, como le gustaba que se le llamara; también se nos fue Alfredo Mena Martínez, Arturo Alba Medina.
Hasta el último día, despedí a un amigo especial como fue el sinaloense Emilio Arriaga Carrillo, destacado en el periodismo y en las filas del cristianismo evangélico.
Desde muy joven y con un amplio camino en el periodismo, Reyes Ramos Rodríguez partió asediado por la pandemia del Covid; otro inquieto y activo reportero de radio, Ever Chávez Aguilar partió después de años de sufrir una penosa enfermedad.
En la dolorosa lista aparece un experto en temas de cultura, como lo fue Horacio Manzano; también el excelente periodista Luis Villagrana.
Y cómo olvidar a la gloria de la fotografía, Julián Cardona; o al reportero de deportes y después de información general, Chavita Esparza. También cayó herido de muerte Rutilio Moreno, conocido como “Rumor” con su fino estilo en la actividad como monero.
En la lista de mujeres aguerridas aparece la periodista Olga Leticia Moreno, toda una institución que vio sus días de gloria laborando en periódicos y en la poderosa radio; concluyo su actividad profesional en la función pública, apoyando a las Asociaciones Civiles a través de la Junta de Asistencia Social Privada.
La inesperada partida de Gamaliel Linares nos hizo reflexionar sobre su enorme trabajo que realizó en los medios impresos, durante muchos años bajo la dirección del finado Elías Montañez Alvarado.
En la radio, Ismael Alvídrez Mejía dejó una enorme huella, infinidad de historias de éxito se dibujan sobre su extensa carrera.
Partió también Raúl Betances, un discreto trabajador de la mesa de redacción de varios periódicos, donde dejó constancia de ese trabajo sacrificado que consiste en darle vida a las notas de los reporteros.
Con Ramón Ochoa, el “Rayito”, me tocó convivir los últimos años de su vida activa, hasta su jubilación. Un lujo su persona y sus memorias. Muy triste su partida.
A todos ellos, mi respeto, mi recuerdo y la oración para sus familias. Descansen en paz.

 

C. Rosendo Gaytán
Presidente
Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez
26 de septiembre del 2022
Estimado amigo:
Recibí con mucho beneplácito la noticia que resulté ganador de la Columna de
Plata 2022, en el género de Columna; agradezco a la mesa directiva de la APCJ y
al jurado calificador la distinción a mi trabajo periodístico.
Agradezco también el incentivo económico ofrecido como parte del premio,
definitivamente algo de gran apoyo en momentos difíciles, sobre todo cuando
hemos concluido nuestro periodo activo en los medios de comunicación.
El día de la premiación, aunque no estuve presente, me enteré que en
próximas fechas, se integrarán al muro de los periodistas fallecidos los nombres de
33 colegas, hombres y mujeres, que desafortunadamente murieron, unos a causa
de la pandemia y otros por enfermedades que laceraron su condición física.
Me sentí bastante conmovido al saber el número tan grande de personas
relacionadas con el periodismo que han perdido la vida. Pensé en la fragilidad del
ser humano y en las condiciones en que muchas personas tienen que sortear la
existencia cuando quedan desamparados por el fallecimiento de quien se constituía
como proveedor o proveedora del hogar.
Precisamente, por esa causa, he tomado una decisión que no tiene nada que
ver con el principio solidario del estímulo económico que se otorga a los periodistas
ganadores del certamen Columna de Plata, sino con una determinación personal y
familiar, que provino de un profundo análisis que tiene que ver con la difícil
situación que están viviendo viudas, huérfanos y padres de familia que dependían
del sustento de sus seres queridos ya finados y que un día fueron activos
trabajadores de la comunicación.
Por lo anterior, solicito a la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez se
otorgue el estímulo de $7,500 pesos a uno de los deudos de los periodistas caídos
y permítanme hacer un esfuerzo adicional de incluir $2,500 pesos, que depositaré
en la cuenta que ustedes me indiquen, para completar la cantidad de $10,000.00
pesos.
Conozco su extraordinaria honradez y espíritu solidario para que sean ustedes
los que elijan a la persona que habrá de recibir este apoyo económico en la fecha
que la APCJ lo determine.
Nuevamente reitero mi respeto y agradecimiento a la mesa directiva y
miembros de la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez.
Dios bendiga a los periodistas de Juárez.
Cordialmente
Rafael Navarro Barrón
Periodista