Trabajar en políticas que otorguen a la mujer facilidades para su vida diaria, es obligación de todo gobierno, principalmente cuando han sufrido violencia y tengan oportunidades para salir adelante.
Cuando hablamos del acceso a créditos que les ayuden en este sentido, no debemos de olvidar la gran importancia de aquellos relacionados a la adquisición o mejora de su vivienda.
El apoyarlas en ese sentido, tiene el potencial de cambiar vidas, y brindar un refugio para ellas y sus hijos.
Esta medida es un paso significativo en la dirección correcta para empoderar a las sobrevivientes de violencia y ayudarlas a reconstruir sus vidas.
Debemos recordar que el acceso a una vivienda segura es esencial para la recuperación física y emocional de las víctimas de violencia.
Un entorno libre de violencia proporciona la estabilidad necesaria para sanar y reconstruir la autoestima. También permite a las víctimas concentrarse en su bienestar y en el de sus hijos, lo que es esencial para superar el trauma.
La vivienda no solo representa un refugio seguro en el presente, sino también una protección a largo plazo contra futuras situaciones de violencia. Al contar con su propia vivienda, las mujeres pueden establecer límites y controlar su entorno, lo que les brinda un mayor nivel de seguridad y previene la reincidencia del abuso.
Esta iniciativa también tiene un impacto positivo en los hijos de las víctimas. Al proporcionar un entorno estable y seguro, se crea un ambiente propicio para el desarrollo saludable de los niños. Además, les enseña a ellos sobre la importancia de buscar ayuda y no tolerar la violencia.
Facilitar el acceso de las mujeres víctimas de violencia a programas o créditos para la adquisición o mejora de viviendas es un paso fundamental en la lucha contra la violencia de género y la protección de los derechos humanos. Además de brindar un refugio seguro, esta iniciativa empodera a las sobrevivientes, fomenta la recuperación y previene futuros episodios de abuso. Es un recordatorio de que la sociedad puede y debe tomar medidas para apoyar a quienes han experimentado violencia y ayudarles a construir una vida libre de miedo y violencia.
Y es que una de las primeras y más cruciales etapas para una mujer que ha experimentado violencia es escapar de su entorno dañino. Sin embargo, esto a menudo se ve obstaculizado por barreras financieras, ya que las víctimas pueden carecer de recursos para encontrar un lugar seguro.
Al ofrecer programas de vivienda o créditos accesibles, se les brinda la oportunidad de escapar de situaciones abusivas y establecer un hogar independiente, lo que fomenta su autonomía económica y personal.
La violencia contra las mujeres en México es un problema grave y complejo que abarca diversas formas de abuso, discriminación y agresión dirigidas hacia las mujeres en la sociedad mexicana. A pesar de los esfuerzos significativos para abordar este problema, persisten desafíos importantes.
ONU Hábitat ha mencionado que una vivienda adecuada debe brindar más que cuatro paredes y un techo, es decir, debe satisfacer varias condiciones, para que pueda considerarse que constituye “vivienda adecuada”.
En el congreso trabajamos para que el gobierno fomente, facilite, con base en su disponibilidad presupuestal, el acceso a las mujeres víctimas de violencia a programas o créditos accesibles para la adquisición o mejoramiento de su vivienda.