Sergio se convierte en amo y señor de las calles de Singapur, aprovechó la arrancada para superar de inmediato a Charles Leclerc de Ferrari, desde entonces el piloto de Red Bull no soltó el primer lugar.
“Checo” Pérez se fue al límite, exprimió hasta el final su monoplaza y le brindó al resto de la parrilla una auténtica cátedra de manejo en el Circuito Callejero de Marina Bay, ni las condiciones climáticas, ni la pista mojada, ni los problemas en el motor, ni un Safety Car fueron impedimento para que el mexicano se quedará con el primer lugar desde el inicio de la carrera hasta el final.
Charles Leclerc intentó atacar a Sergio en la recta final de la carrera pero no consiguió nada, por el contrario, se quedó corto ante el trabajo del “Ministro de Defensa” y nunca logró recuperar el primer lugar.
En una carrera caótica, llena de abandonos y errores, Pérez brilló sobre el resto de sus compañeros, se impuso con su control, gestión e inteligencia, regresó a la senda de la victoria y sobre todo, recuperó la confianza ante las constantes críticas que ha recibido, sobre todo, dentro de Red Bull.