Gobernadora Reaccionaria

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Luro Verum

Por Rafael Navarro Barrón

Nunca como en este tiempo, había destacado una figura política que encuadrara en la descripción, casi exacta, de ser un Bárbaro del Norte, término acuñado indirectamente en el libro ‘Crónica de un País Bárbaro’, del periodista Fernando Jordán y popularizado por Fidel Velázquez, el finado y, al mismo tiempo, sempiterno líder de la CTM en México.
El viejo luchador del sector obrero se refirió así a los panistas del norte del país. Era más que evidente la determinación del líder cetemista de ridiculizar a los militantes del PAN, en los tiempos en que la hegemonía priista, empezaba a decaer en el país. En aquel verano caliente de 1986, una caravana de chihuahuenses partió hacia la Ciudad de México, en protesta por el fraude efectuado en la elección para Gobernador en contra de Francisco Barrio Terrazas.
Cuando la “Marcha por la Democracia”, encabezada por Luis H. Álvarez se acercaba a la Ciudad de México, Fidel Velázquez fue avisado y entonces exclamó: ahí vienen esos “Bárbaros del Norte”.


Ni un solo gobernador, desde Oscar Flores Sánchez -el famoso y temido ‘fiscal de hierro’- a la fecha, se había enfrentado al sistema político mexicano en forma directa, como es el caso de Maru Campos Galván.
Curioso que una mujer, que lucha y aparece sola en los videos responsoriales, básicamente abandonada por su equipo de trabajo mudo y cobarde; que ha sido expuesta y retada por un presidente de la república, que ha manifestado síntomas inequívocos de una patológica mental…
Ese presidente, que describió a Campos Galván como “una gobernadora muy reaccionaria, conservadora, irresponsable y politiquera”… bueno, pues esa mujer chihuahuense no se encuentra arredrada por el poder central, ni teme otra versión de los ‘Expedientes Secreteos X’, versión federal.
No, Maru está convencida de su lucha, a la que se han opuesto algunos miembros del gabinete estatal que le han sugerido que “deje las cosas así”, que “no es sano confrontarse con el presidente”, “que vamos a perder mucho…”
En un análisis básico, a la maestra Campos Galván, no le ajustan los calificativos expuestos por López Obrador, porque la panista no forma parte del ala reaccionaria del panismo, ni se observa en la rama conservadora de Acción Nacional.
Creo que es un exceso, decir que “es irresponsable” porque no acepta el basurero intelectual de Morena, vomitado en los libros de Texto Gratuito.
Es más irresponsable, inmoral e ilegal, los hechos denunciados por Marcelo Ebrard contra los miembros de su partido y Claudia Sheinbaum a quienes acusa de acarreos masivos y del uso indiscriminado de la estructura de la Secretaría de Bienestar en beneficio de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Es más inmoral e irresponsable utilizar recursos públicos para que la candidata del presidente quede como ‘defensora de la 4T y cuyo reflejo está plenamente demostrado en el Estado de Chihuahua donde toda la estructura de Bienestar, está operando a favor de #EsClaudia.
Así, sin rubor, sin ninguna consideración moral. Porque, para lo que para unos esas acciones son ilegales, perversas y prianistas, para otros, como para los morenistas, son acciones necesarias para apoyar a los pobres y miserables que recorren distancias excesivas para ir a los mítines de #EsClaudia.
Maru Campos, no únicamente defiende la educación de los niños y adolescentes chihuahuenses, sino que representa el pensamiento de la mayoría de sus gobernados que están asqueados de la forma en que se intenta introducir la ideología de género en un modelo educativo, como si ser gay o lesbiana fuera un premio del destino.

 

Una cosa es “romperle el hocico (electoralmente) a Morena”, el partido político creado y alimentado por el presidente de la república, y otra es la defensa de la educación, enfrentando la enfermiza corriente lésbicogay y la parafernalia, esa sí electorera, que pretende vendernos la idea de que el inquilino de palacio es un reformador del Siglo XXI.

Así como adoctrina y causa tanto daño la ideología de género, que ha sido un lastre para la sociedad mundial, por cierto, apoyada por cientos de gay y lesbianas que actúan desde el poder político y económico en todo el orbe, así ensucian las seudo doctrinas de la 4T, porque la llamada Cuarta Transformación solo existe en la cabeza del presidente, no en la realidad del pueblo mexicano.
Cuando Javier Corral se lanzó contra la figura de López Obrador, la respuesta de AMLO fue contundente: “es mucho pueblo para tan poco gobernador”. El ejercicio de ladrar, muy practicado por el ex gobernante panista, no funcionó frente al presidente de la república. Al final, el ahora librero chihuahuense, no tuvo otra que arroparse en el seno presidencial, convertido en un apestado de la derecha.
No ocurrirá lo mismo con Maru Campos. Si puede intentará, y posiblemente, le volverá “romper el hocico a Morena”, evocando el grito de guerra que le pateó la parte intermedia del cuerpo envejecido del mismísimo López Obrador, que hace años cree haber comprado y es posesionario de la de la verdad política mexicana y de la democracia.
Como recordatorio de las imposiciones históricas en Chihuahua, viene a nuestra memoria la intromisión, el abuso político del poder, que se ejerció en el tiempo previo al ‘verano caliente’. El 12 de septiembre de 1985, Fidel Velázquez emprendió una persecución política en contra del entonces gobernador Oscar Ornelas.
Una noticia de ocho columnas en el periódico Excélsior, fue el arranque de los primeros movimientos trepidatorios en el Estado de Chihuahua. El vetusto cetemista declaró que debían desaparecer los poderes en Chihuahua “simple y sencillamente porque no hay gobierno”.
El corrupto dirigente obrero influía en las entrañas del priismo gobernante y del presidente en turno, Miguel de la Madrid Hurtado. Fidel encabezaba uno de los tres sectores del PRI y sentía que el avance de la derecha obedecía a la falta de carácter de Oscar Ornelas.
Según Fidel Velázquez, el fraude electoral era el camino seguro para que el priismo mostrara su puño y en eso coincidía el mustio de Manuel Bartlett que manejaba a su antojo la estructura tricolor desde la Secretaría de Gobernación.


Muchos factores influyeron en la caída de Ornelas. Basta recordar que en la elección intermedia de su periodo de gobierno, en 1983, el PAN ganó siete alcaldías, incluyendo Juárez y Chihuahua; en esa elección el gobernador Ornelas pugnó por la defensa democrática, hecho que enardeció a algunos políticos, entre ellos al propio Manuel Bartllet Díaz, convertido ahora en un santón morenista, no obstante que en su posición de Secretario de Gobernación, en el periodo de Miguel de la Madrid, fue el encargado de negociar y ejecutar la dimisión de Ornelas, por puro antojo del cetemista.
El 19 de septiembre de 1985, el mismo día del temblor que sacudió la Ciudad de México, Ornelas presentó al Congreso de Chihuahua una solicitud de licencia “por tiempo indefinido”. El Congreso del Estado, como ya lo había decidido Fidel, el presidente de la Madrid y Bartlett, aceptó la licencia y procedió a nombrar gobernador interino al abogado Saúl González Herrera.
El líder de los diputados del PAN, el finado Guillermo Prieto Luján refirió que “aceptar la renuncia de Ornelas, sería tanto como aceptar el chantaje de Fidel Velázquez; es una decisión que le fue impuesta y que atenta directamente contra la soberanía de Chihuahua”.
Es incuestionable la intromisión presidencial, a veces caprichosa y abusiva, que han mostrado los presidentes de la república en el tiempo moderno. También es penosa la actitud de sumisión que mostraron en su momento los gobernantes Fernando Baeza Meléndez, Francisco Barrio, Patricio Martínez, José Reyes Baeza, César Duarte y Javier Corral Jurado.
La amistad convenenciera de Francisco Barrio con Carlos Salinas de Gortari mostró el rostro opaco de la bravura política norteña. Se llegó a creer que el panista tenía de sobra las agallas políticas para afrontar las anquilosada estructura priista, pero no fue así. Barrio vendió su alma a Salinas, hasta el rumor, no confirmado, de un compadrazgo entre ambos.
La cara opuesta a esa visión entreguista, es la de la gobernadora de Chihuahua que no duda y que no se ha arredrado ante el brutal embate presidencial, pues sobra decir que su carrera ha sido una eterna cadena de obstáculos, con fuego amigo y enemigo en forma permanente.


Las cualidades evocadas en el escudo de armas del Estado de Chihuahua, son irrefutables en todos los sentidos. Para una norteño la Valentía, la Lealtad y la Hospitalidad, se convierten en una forma de vida, que los hermano del sur del país no entienden.
Las cualidades épicas del ser norteño son únicas, respecto a las dilatadas expresiones que se dan en otras entidades de la república mexicana. No es que seamos mejores o peores que los demás, sino que somos distintos en las reacciones sociales y políticas.
Chihuahua ha sido considerado el ‘laboratorio político-electoral de México’. Nuestro estado forma parte de esa línea de entidades fronterizas de donde han surgido los movimientos políticos que han cambiado la fas democrática de México. Recordemos el triunfo de Ernesto Ruffo Appel en Baja California, en 1989, convirtiéndose en el primer gobernador panista.
La gobernadora Maru Campos no es brava, es norteña. Cuando Fidel Velázquez nos llamó ‘barbaros del norte’, no nos ofendió, nos describió. Francisco Villa y Emiliano Zapata, parecían iguales, pero no lo eran. La diferencia estribaba en el origen de ambos: Doroteo Arango había nacido en la hacienda de Río Grande, actualmente La Coyotada, San Juan del Río, Durango. Sus primeros años los experimentó en su región natal; el resto del tiempo y su cuestionable lucha revolucionaria, lo forjaron en las regiones del norte.
El clima del norte imprime al hombre septentrional un sello: el de su fuerza; y una característica igualmente precisa: su voluntad. Son exigencias de la tierra y el medio.
El vivir en las frías ciudades del norte que, en verano, se convierten en auténticos calderos. Vivir sin la comprensión del centro del país que, muy al estilo de López Obrador, no oyen ni entienden la problemática norteña, genera la reacción casi lógica de la gobernador en su mensaje del miércoles 16 de agosto, en relación con los libros de texto: “no vamos a permitir que el centro le impida a nuestra niñez aprender bien… juntos, vamos a defender la educación de la niñez chihuahuense”.
Temblar de frío o morir de calor en los suburbios de Ciudad Juárez, Ojinaga, Ascensión, Villa Ahumada, es algo que no se entienden los funcionarios desde la cerrazón del gobierno federal.
En el caso de los libros de Texto Gratuito y la negativa a su recepción y entrega, se observa claramente la escasez de voluntad de los gobernadores de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo; al de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda; de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, y de quien gobierna Aguascalientes, María Teresa Jiménez Esquivel que posiblemente siga la ruta de Chihuahua. ¡Otra mujer!
El temor de los políticos actuales, incluyendo los ex gobernadores de Chihuahua, es que el cuerpo inquisitor de la 4T saque a la luz sus pecados oculto por la mucha información con la que se cuenta en Palacio y que está en manos del sector más radical y sin escrúpulos del gobierno federal.
En Chihuahua no se distribuirán los libros de texto gratuitos luego del fallo de la Corte y del apoyo del ministro Luis María Aguilar.
La gobernadora sigue en su lucha, sola, convertida en la única ala opositora visible y sin temor. Resistiendo los embates de López Obrador y sus achichincles morenistas en el Estado de Chihuahua que, sin empacho alguno, le recetan los adjetivos y memes a la maestra Campos en un intento por defenestrar su imagen y presentarla socialmente como una mujer alcohólica (sin que obre ninguna prueba) y que tiene la afición a los viajes internacionales, con cargo al erario, aprovechando un idilio principesco con un empresario de Chihuahua.
A pesar de todos los esfuerzos gubernamentales, de la llamada Cuarta Transformación, para hacer frente a la imagen de una mujer norteña de cepa, Maru Campos les sigue rompiendo el hocico a los morenistas… y seguramente, continuará.