LURO VERUM
Por Rafael Navarro Barrón
El 2 de diciembre del 2022, un portal digital de la ciudad de Chihuahua difundió una entrevista con Raymundo Romero Maldonado, ex secretario general de Gobierno de Chihuahua durante la administración de César Duarte Jáquez. La narrativa del aquel hombre confirmaba otro relato, el del periodista Antonio Pinedo Cornejo quien dibujó a Javier Corral como un hombre enloquecido por el poder, perverso, lleno de odio, traidor y mal agradecido.
Su nivel de perversión, narran ambos procesados -uno en prisión domiciliaria, el otro en el penal estatal del poblado de Aquiles Serdán- lo llevó a ese terreno oscuro de la mente donde se idean los actos de depravación que, por desgracia, no pueden ser juzgados como lo que son, sino que se concretan simples torturas físicas y sicológicas.
Toda conjetura del abuso de poder cuando se gobierna, se desploma y renace la obligación, casi siquiátrica, de analizar el comportamiento del que hoy se coloca del otro lado de un mostrador vendiendo libros en la capital del Estado de Chihuahua.
La crónica de la detención del exfuncionario estatal, contada por el propio Raymundo Romero Maldonado al periódico La Opción, en hechos registrados el 24 diciembre del 2022, refleja la real cara del ex gobernante Javier Corral, quien recientemente renunció al PAN y actualmente coquetea con el partido del presidente de la república, el hombre que un día mencionó que “Chihuahua era mucho pueblo para tan poco gobernador”.
En la historia narrada por Romero Maldonado al periódico La Opción, refiere aquel momento oscuro, denigrante, casi al nivel de las torturas de los norteamericanos al pueblo vietnamita. El evento sucedió en el patio del penal de Aquiles Serdán.
El ex funcionario del gobierno de Duarte no tuvo los alcances para conocer lo que verdaderamente ocurrió aquella noche del 24 de diciembre. La noche navideña se perfilaba como una pesadilla parra aquel hombre que ahora tiene 76 años de edad. Su complexión delgada era efecto de un cruel cáncer de próstata. Transcurrían los días del ex poderoso Raymundo Romero, pero ahora agobiado por las quimioterapias.
Ahora se conoce lo ocurrido a través de las declaraciones extraoficiales vertidas por agentes ministeriales, en las cuales se afirma que Javier Corral gozaba, como un acto de onanismo, al observar desnudos y bajo tortura a los detenidos por el caso Justicia para Chihuahua.
El ex secretario de gobierno de Duarte indicó que el día de su detención fue llevado al penal de Aquiles Serdán, concretamente al patio del Cereso. El clima era extremadamente frío y la lluvia no cesaba; dos ministeriales le apuntaban con sus armas largas y le exigían que se quitara toda la ropa.
Les dije, “oigan, no sean cabrones, estoy muy enfermo y si algo me pasa ustedes van a ser los responsables”, respondió Romero.
Los agentes ministeriales decían, “no me importa, dice el jefe que lo quiere ver sin ropa y de pie voltee para allá”, le dijeron señalando a una cámara de video vigilancia, colocada en la parte central del penal, “si no a ver cuánto tiempo aguanta ahí” amenazándome con dejarme más tiempo, bajo la lluvia si no accedía a cumplir sus órdenes.
Finalmente accedí y me despojé de la ropa y les pregunté si “me podía quedar sólo con los calcetines”, y me dijeron “el jefe nos dijo que todo, así que quítese todo”, y “así lo hice volteando en todo momento, porque así me lo indicaron los ministeriales”.
Informes obtenidos por la Fiscalía de Justicia, revelan que en esa y otras detenciones de personas vinculadas al caso Justicia para Chihuahua, el modus operandi fue el mismo. Los policías a servicio del Estado refirieron que la persona que estaba en un punto ciego del penal, detrás de unos ventanales, era Javier Corral Jurado y otros funcionarios del Estado.
Los agentes ministeriales, reiteradamente, indicaban a Romero Maldonado “ahora el jefe quiere verlo vestido de gris voltee a la cámara” y reían.
Una vez que estuvo “el jefe” satisfecho porque así me dijeron los ministeriales, me dejaron ir a la celda, señaló Romero Maldonado.
“Estaba con un loco como es Javier Corral. Está enfermo, debe estar enfermo porque nadie en su sano juicio ni el presidente de la república, ni el presidente municipal está pendiente de cuántas personas detuviste, ni a cuántos torturaste, está mal, tenía otras tareas más importantes de gobierno que andarse dedicando a eso, hasta la esposa de Corral, decía qué bueno que lo detuvieron, hay declaraciones de Cinthia Chavira”, refiere Romero.
“Este (Javier Corral), destinó todo un aparato, una Gestapo para perseguir a César Duarte, porque Corral es un híbrido, y no estoy hablando de su preferencia sexual, estoy hablando que ni mexicano, ni texano, ni gobernador”.
Actualmente, el periodista Antonio Pinedo Cornejo se encuentra detenido en el penal de Aquiles Serdán. Según la juez que lleva su caso, existen elementos suficientes para considerar que Pinedo es sospechoso del delito de uso ilegal de atribuciones y facultades, en modalidad agravada. La sanción puede ser de 4 a 12 años de prisión.
Desde el juzgado, un tanto abatido, diríamos demolido por lo que ocurre por segunda vez en su vida, el periodista señala: “No soy ingenuo y sé que estoy siendo utilizado como un instrumento de revancha política por haber pertenecido a la antigua administración”, dijo el ex vocero de Corral durante la última audiencia.
Toño Pinedo, como se le conoce en el gremio periodístico, en esa misma comparecencia señaló que “debía admitir que una de mis culpas que cargo es la de haber pertenecido a la administración del exgobernador Javier Corral, ya que nunca toleró que yo no siguiera sus caprichos y nunca me dirigiera a su persona como señor gobernador. Me siento culpable de haber sido ingenuo, pues nunca creí que el servicio público tuviese como mejor adjetivo calificativo la de ser un marranero”.
Aseguró que es inocente y que sólo es un instrumento de revancha política por haber pertenecido al gobierno de Corral, pero también por no haber otorgado contratos de publicidad con los medios de comunicación que tradicionalmente habían recibido recurso de gobiernos anteriores.
También comparó su caso con el de la hoy gobernadora María Eugenia Campos Galván, que previo a ganar la elección del 2021 estaba sujeta a proceso penal, iniciado por el gobierno de Corral, por el presunto delito de peculado y actos de corrupción.
“A Maru Campos se le adjudicó un mayor desfalco al erario que el que a mí me fincan”, refirió Toño Pinedo. Sin embargo, las historias han sido distintas.
En una entrevista, realizada con este reportero, en octubre del 2023, le pregunté al colega y amigo: ¿Me puedes describir a Javier Corral Jurado? La voz de Toño Pinedo Cornejo se hace aguda, al igual que su rostro. “¡Es un desleal, hijo de puta! Así ponlo, si tuviera la libertad yo encantado de estar frente a un micrófono de radio y decirle a Javier que es un hijo de puta”.
Toño Pinedo añade: “A él (a Corral) le iba a servir para inhibir la inscripción de Maru Campos como precandidata del PAN, pero todo estaba en la pinche mente de Javier, ya que Maru tenía muchas cartas que podía jugar… y no nos equivocamos, ahora es la gobernadora”.
Allí comprendí que Corral me quería chingar.
Cuando el gobernador se enteró que no haría lo que él deseaba “hasta chasqueó los dientes” y nunca más volvimos a dialogar.
“Javier no me quería en el bote, me quería en los cabezales de los periódicos. Quería Chingarme a mí y a Maru para meter a Gustavo Madero como candidato y poder tener la cobija que no va a poder tener con Maru”.
“Quería decir a la opinión pública, tan cumplo la ley que meto al bote a mí ‘hermano’ corrupto y a la corrupta de Maru. La Operación Justicia para Chihuahua es para todos”.
La denuncia Toño Pinedo, es una revelación digna de análisis político y judicial, pues presenta a Javier Corral como un hombre hostil, corrupto, lleno de odio, traicionero y enfermo de poder muy distinto al que muchos políticos y periodistas conciben.