Fatídica Ciudad Juárez, territorio donde se ha vuelto una constante de rebasar los límites de asombro, la tragedia busca siempre afligir de manera sorpresiva o no a quien radica en esta frontera; ayer el amotinamiento de inmigrantes en las instalaciones mismas del INM dejó una estela de muerte, 40 fallecidos 28 lesionados, 17 de ellos de suma gravedad, por supuesto que hubo negligencia en el actuar de las autoridades de la Segob, quienes sin inmutarse observaron de cerca los terribles acontecimientos donde murieron quemados y asfixiados decenas de inmigrantes que atrincherados, no midieron las consecuencias de sus actos con funestos resultados.
Son muchas las interrogantes que surgirán conforme transcurran los días, se busca dejar en serio predicamento a quienes con su actuación colocan en serio predicamento a la autoridad competente, acaso ¿no había extintores para ayudar a sofocar la conflagración, cuando protección civil federal depende de la Segob?
¿quién traía las llaves para poder abrir la enorme celda donde se encontraban en calidad de detenidos los inmigrantes, o se fueron a extorsionar más migrantes o a cenar? ¿si están en calidad de detenidos, no hubo revisión corporal que evitara el ingreso de material y productos inflamables? El antiguo edificio federal ni siquiera cuenta con salidas de emergencia que evitara el siniestro. Estamos, pero bien jodidos entonces.
La redada fatídica de inmigrantes en cruceros de la ciudad en vísperas de la llegada de AMLO a esta frontera tuvo consecuencias fatales, nadie ha querido escuchar las demandas de autoridades locales en torno a esta severa problemática que padece ciudad Juárez, por desgracia el éxodo masivo de inmigrantes principalmente venezolanos se ha convertido en un serio dolor de cabeza; la contención de esos inmigrantes al sur del país es francamente nula, la llegada de miles de ellos tan solo a nuestra frontera es prueba fehaciente que los agentes betas del gobierno federal, hasta ahora, solo han servido para extorsionar.
Lo que también es cierto es que no se puede partir de la ignorancia hacer acusaciones sin fundamento sobre todo de gobiernos y partidos políticos opositores al gobierno federal, tan sencillo es decir que los trágicos acontecimientos les favorecen y no solo a ellos, intereses internacionales buscarían beneficiase de estos lamentables hechos.
Por desgracia es un marco pletórico para mercenarios de la información ávidos de
revanchas malintencionadas con el actual gobierno federal; el mismo AMLO debe
entender que el síndrome de “comunicador social” que padece es grave para un
presidente de la república que busca consolidarse dando a conocer la premisa de los eventos más importantes del país y en este lamentable caso alguien, no le comunicó que los terribles hechos sucedieron en las propias instalaciones del gobierno federal y no en un albergue como se adelantó a decirlo sin medir consecuencias que lo inculpan ya como una persona que busca ocultar la verdad.
El problema de inmigración sigue tornándose álgido. Los tres niveles de gobierno se han visto impedidos a tomar decisiones contundentes debido a la insistencia de organismos internacionales en materia de derechos humanos supervisando cada decisión que pudiera poner en riesgo la integridad de los inmigrantes sin medir las consecuencias adversas por la estancia irregular de miles de ellos que ponen en riesgo la estabilidad social y política de las propias autoridades en los tres niveles de gobierno, no se diga de la ciudadanía en esta frontera.
