Se trata de medicinas similares a la dopamina y de estimuladores cerebrales profundos; éste último puede ayudar a controlar los síntomas hasta por 15 años Ante la presencia de signos como temblor, rigidez, movimientos lentos y depresión, es necesario acudir a la Unidad de Medicina Familiar.
Para el tratamiento de derechohabientes que padecen mal del Parkinson, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con terapias a base de medicamentos similares a la dopamina y con estimuladores cerebrales profundos que favorecen el control del movimiento, explicó el neurocirujano Carlos Raúl Rangel Morales.
Aunque es un padecimiento que no tiene cura, explicó el coordinador Clínico del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, es importante acudir a la Unidad de Medicina Familiar cuando se presentan síntomas como temblor, rigidez, movimientos lentos y depresión, pues la enfermedad tarda entre 3 y 4 años en instalarse por completo.
El especialista precisó que el Parkinson es una patología del sistema nervioso que dificulta la actividad motriz, lo que provoca que el paciente pierda la capacidad de caminar, comer y peinarse por sí mismo; es degenerativa y progresiva.
En el Día Mundial del Parkinson, que se conmemora el 11 de abril, el doctor Rangel Morales afirmó que el diagnóstico de la enfermedad es clínico y se apoya con estudios de resonancia magnética y tomografía de emisión de positrones (PET), que se utilizan para descartar otros padecimientos con signos similares.
Y aunque no es curable, aseveró, se puede controlar con una detección y tratamiento oportunos. Para ello, el Instituto Mexicano del Seguro Social ofrece el tratamiento a través de medicamentos similares a la dopamina (sustancia del cerebro que falta o es de mala calidad en los pacientes con la enfermedad) y otros que favorecen el movimiento.
Detalló que además se realiza cirugía cerebral para colocar estimuladores cerebrales profundos (DBS, por sus siglas en inglés), que funcionan dando pulsos eléctricos a grupos neuronales que participan en la generación del movimiento y con lo cual pueden dejar de presentarse los síntomas hasta por 15 años.
El especialista en neurocirugía destacó que el Parkinson se presenta con más frecuencia en hombres que en mujeres, con mayor afectación entre los 50 y 60 años de edad, y al detectarlo de forma temprana, es posible ofrecer atención y tratamiento oportunos.
Subrayó que la afectación al interior de la familia es un punto importante, toda vez que sus integrantes visualizan una enfermedad que se hace progresiva e incapacita al paciente, haciéndolo dependiente del apoyo familiar en estados avanzados del padecimiento.
En esa condición, refirió, se requieren cuidados por enfermería, rehabilitadores y consultas médicas constantes.
El coordinador Clínico del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza resaltó que para la atención de la enfermedad de Parkinson, los derechohabientes y sus familias cuentan con el apoyo del Seguro Social y de los profesionales de la salud para brindar las terapias de forma oportuna.