La vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca está siendo retirada globalmente después de que la farmacéutica admitiera casos de trombosis.
El biológico ya no podrá utilizarse en la Unión Europea después de que la empresa retirara voluntariamente su “autorización de comercialización”, según el informe.
La solicitud de retirada de la vacuna se presentó el 5 de marzo y entró en vigor el 7 de mayo, según The Telegraph. Se espera que en los próximos meses se presenten solicitudes similares en el Reino Unido y otros países que habían aprobado la vacuna, conocida como Vaxzevria.
AstraZeneca aún no ha respondido a una solicitud de Reuters para hacer comentarios fuera del horario laboral habitual. La decisión de dejar de comercializar la vacuna AstraZeneca se produce después de que el gigante farmacéutico admitiera por primera vez en documentos judiciales que puede provocar un efecto secundario raro y peligroso.
Según The Telegraph, la vacuna Vaxzevria ha sido objeto de intenso escrutinio en los últimos meses debido a un efecto secundario muy raro que provoca coágulos sanguíneos y recuentos bajos de plaquetas.
El medio señala que “AstraZeneca admitió en documentos judiciales presentados ante el Tribunal Superior en febrero que la vacuna ‘puede, en casos muy raros, causar TTS (síndrome de trombosis con trombocitopenia)«.