Por César Sánchez Loya
Hace algunos años, un caricaturista mexicano hacia una analogía respecto al famoso paso de baile del extinto Michael Jackson y la situación económica en México, “parece que vamos para adelante, pero en realidad vamos para atrás” ahora la analogía encaja perfectamente en los acontecimientos recientes al interior del partido Movimiento Ciudadano (MC) en Chihuahua; un verdadero retroceso en toma de decisiones y un flagelo los espacios democráticos que promulga esta fuerza política.
El domingo 12 de febrero se dio la noticia sobre el nombramiento de María Ávila Serna, Coordinadora Nacional de Vinculación en el Sector Agropecuario del partido MC. Alguna explicación lógica debe tener, por lo intempestivo de la decisión; llamó poderosamente la atención si se tratara de una imposición centralista al parecer del líder nacional, Dante Alfonso Delgado Rannauro.
Un nombramiento que, a todas luces, no fue consensado, ni del agrado de muchos de sus militantes. En una reunión con escaso público se le tomó la protesta.
El diputado Francisco Sánchez líder estatal, no parecía estar de acuerdo con la forma, ni los tiempos para tal nombramiento.
Sobre la designación Francisco Sánchez se concretó a decir que el nombramiento de Ávila Serna nada tiene que ver con la intención personal de ocupar algún cargo de elección popular el próximo año, toda vez que, la premura de su encargo, así lo amerita.
María Ávila Serna ex dirigente estatal del PVEM durante su gestión hizo del partido un negocio familiar permitido abiertamente por el INE al igual que lo ha hecho con el PT Rubén Aguilar en Chihuahua.
A María Ávila la señalan sus propios correligionarios por cuantiosos y millonarios desvíos de recursos solapados por la autoridad en turno, hasta hace poco tiempo lograron expulsarla del PVEM después de la pérdida de su registro ante el INE; cuenta además con denuncia penal por amenazas de muerte que no han prosperado.
El nuevo miembro del Movimiento Ciudadano cuenta con un historial oscuro, que incluye la procedencia de su patrimonio y otras actividades que nada tienen que ver con política según datos periodísticos de la Jornada y periódico Universal; si a eso le aunamos una actividad cuestionada en el ejercicio de su profesión, sus turbias relaciones en el ámbito político le ha valido negociar con altas esferas del poder, muestra de su nuevo encargo.
Movimiento Ciudadano representa la tercera fuerza política en el país, hasta ahora su estrategia le a permitido mantenerse al margen de alianzas o coaliciones que no representen verdaderos contrapesos para el partido gobernante, a simple vista busca que estas alianzas se integren a la causa naranja y a su abanderado a la presidencia de la república, a eso le apuesta Dante Delgado, sin embargo, no puede permitirse que su agudeza política se pierda por un desacierto en Chihuahua, abriendo todos los canales de participación a personas de dudosa trayectoria política; se busca sumar, no dividir, además, contribuir al desarrollo partidista donde la disputas estériles, no sean parte de la aportación y contribución individual de cada militante.
