Javier Corral y su clon, Pérez Cuellar

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LURO VERUM

Por Rafael Navarro Barrón

Quienes los conocen saben que son muy cobardes. De la misma pierna que Javier Corral cojea, su ‘compadre’, y uno de sus más cercanos aliados en el pasado, Cruz Pérez Cuéllar, ahora alcalde electo de Ciudad Juárez, tiene el mismo padecimiento patológico.
“Son un par de culeros”, dice un viejo militante del PAN que convivió años con ambos. Los describe como “buenos para hablar”, pero muy cobardes. Ambos son muy parecidos, son misóginos, raros, les gusta maltratar a las mujeres, uno de ellos es golpeador y violento; el otro es…raro, nunca he sabido a ciencia cierta qué es lo que quiere en la vida.
“Cruz tiene un secretito, algo enfermizo que no ha resuelto”, dice el viejo panista.
La llegada al poder de ambos (hace cinco años Corral y muy pronto Pérez Cuéllar a la alcaldía) no alienta a los verdaderos panistas. Alienta a los chambistas que se pueden acercar a los políticos, a lisonjearlos, en busca en puesto público. Abunda el chambismo voraz en la lista de desempleados o de chapulines que brincarán de una administración a otra.
Pero Corral Jurado ya se va. Quedará inmune, sin la excesiva seguridad de un cortesano perverso que fue su sueño dorado. Su pasión es y ha sido, subir a una camioneta Suburban -blindada, claro-, arreglarse la ropa al ascender y descender, aunque no requiera arreglo.
Y en ese ritual, el político le gusta ignorar a la gente que lo mira y saludar discretamente, de lejos. Luego la versión de su ‘yo’ cambia. Se acerca a los que lo reciben, les toca el estómago o el hombro…hace un mal chiste y el mismo ríe.
Se siente a gusto estar rodeado de guaruras feroces, cobardes, que emprenden acciones atroces contra periodistas y personas que intentan acercarse al gobernante. Sus esbirros son buenos para intimidar y agredir a los débiles.
El gobernador se va en medio de acciones dudosas, de un comportamiento incomprensible. Su vida personal, su vida privada, llena de dudas. Muchas dudas.
Pero no lo extrañaremos porque está por llegar su clon, el nuevo alcalde de Juárez, que asciende en unos días a la alcaldía de esta frontera con el estigma de ser un traidor; con una historia fraudes y excesos, proclive a la mentira y al engaño.
Aarón Lara, el líder nacional y moral del movimiento Iniciativa Ciudadana, que encabeza la lucha en México a favor de la vida y la familia, lo describe de cuerpo completo: es un traidor, un hombre que miente, “que no tiene palabra”.
El periodista y pastor evangélico, dijo que había concertado con el senador Pérez Cuéllar reuniones para que el legislador juarense apoyara al movimiento a favor de la vida y la familia.
Cruz dejó que el pueblo evangélico orara por él en público, dio discursos en Congresos de Iniciativa Ciudadana. Con la vehemencia de un seductor, un gesticulador, aseguró que defendía la vida frente al aborto, luego recibió a los evangélicos en la Ciudad de México, pero a la hora de concretar las medidas legislativas Provida, nunca respondió, nunca acudió a las reuniones; no contestó las llamadas.
“Es un hombre falso, un mentiroso”, señaló el líder de Iniciativa Ciudadana.
Por lo que respecta al gobernador Javier Corral, él mismo anticipó hace unos días la pesadilla que vivirá. Sobre aviso no hay engaño.
En una entrevista con el periódico Milenio dice que: “Yo no tengo miedo a lo que pueda venir, no tengo miedo porque no tengo nada de qué preocuparme. Vendrá sobre mí golpeteo y mucho lodo, pero el lodo con el tiempo se seca y solo se cae porque sólo es lodo lo que pueden echarme encima. Mi conciencia está tranquila. He cometido errores, de eso no hay duda, pero seré un ciudadano interesado en lo que pasa en mi estado y en mí país y en mí van a encontrar disposición para colaborar y de buena fe, para aclarar cualquier tema”.
Pero Javier Corral sí tiene miedo. Es un hombre cobarde, de temores profundos que, en momentos muy críticos, entra en crisis depresivas que esconde entre alcohol y ruido.
Quienes hablan de esas crisis, lo ubican en los salones de palacio, cuando solo quedan los guardias y él recorre los pasillos, los espacios históricos…se tira en los sillones y le mienta la madre a César Duarte.
Deja que sus mascotas lo persigan. Da discursos ficticios ante dos o más de sus colaboradores. Ebrio de alcohol y de poder, el gobernante tiene muchas historias de esas.
Esos trapos al sol, guardados con sigilo y mucho coraje, por años, habrán de salir a la luz con pelos y señales. Tendremos una versión completa, sin censura, del “quién es quién o quién fue quién” en el PAN, en los gobiernos blanquiazules, cuyas raspaduras serán muy notorias en los próximos días.
Lo peor de todo es que a 20 días de concluir su gobierno, Javier Corral no tiene elementos judiciales para concluir lo que empezó en la llamada acción “Justicia para Chihuahua”.
Maru Campos no se disparará en los pies utilizando a su propia arma, pidiéndole a su Fiscalía que la meta a la cárcel por corrupta, por agarrar dinero del ex gobernante priista.
Y César Duarte, envalentonado, decidió, a última hora, demandar a Corral y al gobierno de Chihuahua por 3 mil millones de pesos. Por daño moral.
Y bajo esa actitud cínica, nada más falta que el diablo acuda a los tribunales y demande a Dios por haberlo expulsado del paraíso.
En esa monserga política nos encontramos en el Estado de Chihuahua. No hay voces que se levanten contra la estulticia y la simulación oficial. La mayoría de los medios de comunicación están comprados. El Heraldo, para Morena; El Diario para Maru Campos; Televisa para Corral; TV Azteca para el que se deje…y así, hasta llegar a los más minúsculos.
La Iniciativa Privada está al amparo del poder; están como los perros hambrientos, bajo la mesa, esperando que caigan las migajas convertidas en proveedurías y obra pública.
Los empresarios se han auto castrado, son eunucos al servicio del poder. Sus pronunciamientos son lastimosos.
Coparmex y su líder, un especie de réplica del niño Boy Scout de la película ‘UP’, se levanta a diario a ser el censor oficial del gobierno municipal. Es el que avala y desavala las ferias, los juegos mecánicos de atracciones García que entregaron a la administración de Cabada el ‘diezmo’ que se pide para poder estar en la Feria Grande, la que fue cancelada por el líder de Coparmex.
El problema se agudiza porque “lo caído caído” y ahora Atracciones García tendrá luz verde en semáforo amarillo para poner en marcha su mini feria. No se pueden ir sin que le paguen lo ofrendado al municipio. Lo hizo por 4 años. Todos lo saben.
¿Y los temas torales de Juárez?, ¿la corrupción, las obras mal hechas, los baches, los excesos contra los ciudadanos y empresarios de a pie por parte de Desarrollo Urbano municipal, las arbitrariedades y actos corruptos de policías y tránsitos, la pésima prestación del servicio de limpia y la ciudad hecha un asco; las obras mal hechas; el despilfarro del seudo alcalde morenista?
Esos temas no les importan a los voraces líderes de las cámaras empresariales, mucho menos al líder de Coparmex que llegó para hacer historia.
Y cuando estamos en esa película, viene otra. Preguntamos a Morena: ¿Cabada ya fue aceptado en ese partido? ¿hay alguna relación familiar o de cualquier otra tipo entre Cabada y el líder nacional de Morena (todo mundo lo platica)? ¿Pérez Cuéllar se queda o se va del Movimiento de Amlo? Y si se queda ¿cómo se queda?
Aún más: ¿Quién -de Morena- autorizo a Cruz Pérez Cuéllar el lanzamiento del tuit donde advierte quien es Javier Corral?
Donde dice: “Más pronto cae un hablador que un cojo, el bocón gobernador @Javier_Corral es un sinvergüenza que se gastó el dinero de l@s chihuahuenses en lujos y despilfarros”.
Ahora, a días de terminar su fracasada administración, cínicamente busca auxilio del Presidente @lopezobrador”.
En eso estamos todos. Confundidos y remitidos a espectadores. Mirando el vómito en el piso para descubrir que fue lo que comió el enfermo y poderlo recetar.