“Ulises y el chaleco traidor”

Reyos y Centellas. Copartela!

por Talcual
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Seguramente a Ulises García Soto, exdiputado morenista de hueso colorado y mano derecha de Juan Carlos Loera, le salió un brote de urticaria política en cuanto le enfundaron el chaleco azul con la leyenda “Cuenta Conmigo” durante un evento oficial del Gobierno del Estado.

Y es que, ¡vaya tragedia cromática! Alguien tan comprometido con el guinda de la 4T, tan fiel al dogma loerista, tuvo que ponerse el uniforme del “enemigo” para no desentonar en el arranque de los trabajos de reconstrucción y ampliación del Centro Educativo Leona Vicario en Ciudad Juárez. Uno no sabe si era un acto institucional o una prueba divina de resistencia ideológica.

Dicen los que lo vieron que Ulises parecía un agente infiltrado, incómodo, tieso… como si cada fibra del chaleco azul le gritara “traidor”. Apenas terminó la ceremonia y se despojó del chaleco como quien se quita un yugo opresor. Algunos aseguran que hasta lo aventó al suelo con el mismo desprecio con el que se desechan los panfletos neoliberales.

Pero bueno, más allá de las desgracias textiles del exdiputado, hay que reconocer que al menos el evento tenía una causa noble: por fin le van a meter dinero al Centro Educativo Leona Vicario. Una “manita de gato” que ya urgía y que, milagrosamente, logró unir a morenos y azules en un mismo terreno… aunque sea a regañadientes y con urticaria.

Eso sí, esperemos que la obra no se quede en puro cemento para la foto, sino que realmente represente una inversión en el futuro de las niñas y los niños. Porque si algo necesita Juárez no son más discursos ni más poses incómodas con chalecos prestados, sino educación digna, completa y sin colores partidistas. Aunque eso, claro, ya sería pedir demasiado.

“Andrea y su guardia moral (y nacional)”

Andrea en contra del PRIAN

Y hablando de guindas intensos, esta semana la senadora juarense Andrea Chávez volvió a encender las redes, los ánimos y los memes políticos, todo en un solo tuit cargado de furia morenista y moral superior. Con su ya clásico tono de indignación indignada, tronó contra el PRIAN por votar en contra de las reformas que —según ella y su bancada— fortalecerían la estrategia de seguridad nacional.

Porque claro, si hay algo que le urge a México, es seguir fortaleciendo a una Guardia Nacional que no ha podido ni con los asaltos en carretera, ni con los levantones a plena luz del día, ni con los “errores operativos” que terminan en balaceras donde nadie sabe quién disparó primero (pero todos sabemos quién nunca responde).

Andrea, con la energía de una influencer de la Cuarta Transformación, soltó la bomba:

“Quieren boicotear la estrategia de seguridad, pero no tienen los votos ni la autoridad moral: todo México sabe que Calderón impuso a un narco como secretario de Seguridad. Tantita vergüenza”.

¡Tómala, PRIAN! Qué elegancia para el debate parlamentario. Porque nada dice “altura de miras” como un buen Calderonazo cada vez que algo no sale como Morena quiere. Eso de usar a García Luna como comodín para todo ya es una especie de liturgia: si no pasa la ley, ¡García Luna!; si hay violencia, ¡García Luna!; si te ganan en el Uno, ¡García Luna!

Eso sí, de los miles de homicidios dolosos de este sexenio, de la militarización cada vez más descarada, del fracaso en el control de territorios dominados por el crimen… ni tantita mención. Pero eso sí, muchísima autoridad moral, la misma que se consigue con selfies en el Senado, discursos vibrantes y cero autocríticas.

Al final, Andrea no necesita que las reformas pasen. Mientras haya alguien a quien culpar, una narrativa que repetir y un celular con buena cámara para grabar indignación en vertical, la batalla está ganada. ¿Resultados? Eso ya es otro tema. Pero eso sí: vergüenza, tantita… aunque sea para disimular.

“Civiles bajo sospecha”

Alex Domínguez, Tony Meléndez y un grupo de priistas

Durante la discusión del dictamen de la Comisión de Justicia sobre la Ley de la Guardia Nacional y la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, algo poco común ocurrió: el PRI, o al menos lo que queda de su conciencia institucional, alzó la voz. Y no, no fue para pedir un cargo ni para pactar en lo oscurito. Esta vez, figuras como Tony Meléndez y Graciela Ortiz se plantaron con firmeza —y sorpresa para muchos— para decir “no” a la militarización total de la seguridad pública en México.

En un contexto donde Morena ha empujado sin freno la lógica del uniforme verde olivo como panacea para todos los males, los priistas dejaron claro que esta nueva ley no es una solución, sino el capítulo final de una serie de reformas que consolidan un modelo de Estado cada vez más inclinado hacia la fuerza armada y menos hacia el civilismo.

Y vaya que se necesita valor (o buena memoria histórica) para decirlo en voz alta en la Cámara de Diputados. Porque mientras los promotores del proyecto aplauden la disciplina y la obediencia castrense, los opositores advierten algo más grave: la posibilidad de que cualquier ciudadano termine siendo visto no como sujeto de derechos, sino como sospechoso por defecto.

El mensaje del tricolor fue directo: no se puede combatir la violencia normalizando la excepción. No se puede hablar de democracia mientras se construye un aparato de seguridad que, lejos de proteger, podría servir para controlar, vigilar y reprimir. Porque una Guardia Nacional militarizada, subordinada al Ejército, y sin controles civiles efectivos, no es una garantía de paz: es una receta peligrosa para el autoritarismo.

Así que sí, aunque parezca raro, esta vez fue el PRI quien tocó la campana de alerta. Quizá como un acto tardío de redención, o como un último intento de recuperar el discurso que alguna vez defendió —ese donde el poder civil era el que mandaba y no obedecía órdenes de generales.

Ahora falta ver si su advertencia fue solo un destello de dignidad o el inicio de una resistencia real. Porque mientras más se afiance el modelo militarizado, más cerca estaremos de convertir a los ciudadanos en “enemigos

potenciales” … y a la seguridad pública en un campo minado.

 

 

 

 

 

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