El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció este viernes que la violencia registrada ayer en Ciudad Juárez, Chihuahua, no solo se debió a enfrentamientos entre grupos criminales, sino a ataques directos en contra de la población civil.
Durante la conferencia de prensa mañanera, autoridades federales informaron que en total 11 personas fueron asesinadas este jueves en la urbe fronteriza. Esto incluye a dos personas privadas de la libertad que murieron en el penal local y a cuatro trabajadores de una radiodifusora asesinados, entre otras víctimas.
López Obrador dijo que esta situación es “lamentable” y representó “algo que no se había presentado”.
“Se agredió a la población civil, inocente, como una especie de represalia, no fue solo el enfrentamiento entre dos grupos, sino llegó el momento en que empezaron a disparar a civiles, a gente inocente. Entonces, esto es lo más lamentable”, señaló el presidente López Obrador.
El subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía Berdeja, detalló que las bandas que se confrontaron en el penal de Ciudad Juárez fueron Los Chapos y Los Mexicles.
La pelea comenzó alrededor de las 13:27 horas y terminó con 20 internos lesionados y dos fallecidos. Más tarde, la violencia llegó a las calles de la urbe, fronteriza con El Paso, Texas, en Estados Unidos.
“Se logra restablecer el control en el centro penitenciario a partir de la actuación de las fuerzas municipales, estatales y federales, pero a partir de esta situación este grupo delictivo Los Mexicles empieza a emprender acciones de disturbio y agresiones contra la población civil en Ciudad Juárez, dando como resultado nueve personas fallecidas, que se suman a las dos que se suscitaron al interior del centro penitenciario”, dijo Mejía Berdeja.
Durante la madrugada de este viernes, autoridades detuvieron a seis presuntos integrantes de Los Mexicles involucrados en estos hechos.
