Un episodio trágico y polémico ha sacudido a la colonia Melchor Ocampo, donde un enfrentamiento con un agente de la Fiscalía General del Estado dejó como saldo un joven muerto y otro herido.
Las víctimas y sus familiares denuncian que fueron atacados sin provocación alguna por parte del agente. En un video difundido en redes sociales, se observa al presunto agresor, identificado como Iván Santi Esteban Vargas, comandante del grupo K9, junto al vehículo de las víctimas. Los testigos señalan que, al percatarse de que estaban grabando, el agente intentó evitar que continuaran documentando la escena, corriendo con su fusil en mano.
Según los vecinos, las víctimas, jóvenes conocidos en la comunidad, se dirigían a una tienda local cuando ocurrió el ataque. Afirman que no portaban armas y descartan la versión inicial que señalaba un posible atropello como detonante, argumentando que el agente habría sacado su arma desde su vehículo y la utilizó sin justificación.
Fotos del lugar muestran al joven fallecido recostado sobre la puerta del automóvil, mientras que el sobreviviente permanece hospitalizado. Vecinos de la colonia, indignados, grabaron y difundieron evidencia que muestra al agente en el lugar del ataque.
Por su parte, miembros de la propia Fiscalía, molestos por el incidente, habrían filtrado la identidad del agresor. Sin embargo, hasta el momento, la institución no ha emitido una versión oficial ni aclarado los hechos, lo que ha alimentado el descontento social y exigencias de justicia.
El caso genera interrogantes sobre el uso de la fuerza por parte de los agentes y pone nuevamente bajo escrutinio los protocolos de actuación de la Fiscalía.
Al Quirófano César Jauregui
El fiscal general del estado, César Jáuregui Moreno, se separará temporalmente de su cargo debido a un problema de salud relacionado con un padecimiento cervical en la columna vertebral baja. Este problema requiere atención inmediata para prevenir complicaciones motoras futuras.
En varios eventos recientes, Jáuregui ha mostrado dificultades para realizar movimientos simples, como sentarse o pararse, y se le ha notado un dolor evidente en la espalda baja. Según fuentes cercanas, si no hay cambios en el calendario, el fiscal sería ingresado hoy a un hospital privado, donde mañana se le practicaría una intervención quirúrgica.
El pronóstico inicial sugiere que estará fuera de funciones directas por aproximadamente 12 semanas, dependiendo de su evolución, recuperación y rehabilitación. Durante este tiempo, sus responsabilidades serían asumidas por el fiscal de la Zona Centro, Heliodoro Emilio Araiza Reyes, salvo que la gobernadora María Eugenia Campos Galván designe a otra persona como encargada del despacho.
Desde la Fiscalía General del Estado, se ha informado que los detalles de esta incapacidad médica serán comunicados oficialmente, con el objetivo de evitar rumores o especulaciones sobre la situación del fiscal.
El negocio de los narcocorridos en Chihuahua
En un abrir y cerrar de ojos, el Municipio de Chihuahua recaudó cerca de un millón de pesos en tan solo hora y media, pero no precisamente por los pagos del Impuesto Predial.
El ingreso provino de la multa impuesta al cantante Tito Double P, quien, durante su concierto del fin de semana en la capital, interpretó 12 narcocorridos o canciones que hacen apología del delito, violando así la normativa municipal. La sanción fue de 901 mil 131 pesos, a pesar de que tanto el artista como sus promotores fueron previamente advertidos sobre la prohibición. Evidentemente, esto no los detuvo.
Al final, todo parece un “ganar-ganar”. Tito y su equipo obtuvieron ingresos por taquilla y ventas durante el evento, mientras que el municipio vio reforzadas sus arcas gracias a la multa. Sin embargo, quien realmente paga el precio es el público, ya que el reglamento que prohíbe estos actos no parece disuadir a los artistas ni evitar las presentaciones.
Esto deja una pregunta en el aire: ¿Cuál es el propósito de mantener esta normativa si no logra prevenir ni desalentar este tipo de conciertos? La respuesta parece clara para algunos: el beneficio económico es más tentador que su supuesta intención regulatoria.