Por Jack Ro
La Feria del Libro de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) es un evento anual que celebra la literatura y la cultura. Este año, se lleva a cabo del 3 al 29 de abril en el Centro Cultural de las Fronteras. Además de la venta de libros, incluye charlas, talleres, conferencias, presentaciones de libros y conciertos se presentó una plática de arte fronterizo con una de las artistas del Colectivo Arte Juárez en la Cafetería del edificio, este pasado 5 de abril, con Cristina Gardea, destacada artista originaria de Santa Bárbara, Chihuahua, México, que ha dejado una huella imborrable en el panorama artístico al transitar entre dos influyentes corrientes del siglo XX: el surrealismo y el expresionismo. Desde temprana edad, Gardea mostró una inclinación hacia la pintura como medio de expresión, lo que la llevó a perfeccionar su técnica en instituciones reconocidas como el Centro de Diseño y Arte en Monterrey.En su juventud tuvo la suerte que por medio de una beca para mujeres jóvenes mexicanas fuera a la Cd de México y conociera al controvertido artista mexicano, José Luis Cuevas, quienes marcaron su visión artística y la impulsaron a explorar nuevas dimensiones en su trabajo.Entre sus viajes al Viejo Continente, conoció la ciudad de Florencia y el arte florentino, especialmente durante el Renacimiento, marcó un antes y un después en la cultura pictórica. Este movimiento, que floreció en Florencia entre los siglos XIV y XVI, se caracterizó por su enfoque en el humanismo, la perspectiva y la representación realista del espacio y la figura humana. Artistas como Giotto, Masaccio, Botticelli, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel revolucionaron la pintura con técnicas innovadoras y un profundo interés por la anatomía y la naturaleza.También estuvo en la Madre Patria, ¡Para Cristina Gardea! Estar en España, la “Madre Patria”, seguramente le permitió absorber una rica tradición artística que ha influido a generaciones. Al tomar cursos de artes plásticas y codearse con artistas españoles, es posible que haya adoptado técnicas y perspectivas frescas, integrando elementos característicos del arte europeo en su estilo.España ha sido cuna de grandiosos artistas como Velázquez, Goya, Sorolla y Picasso, cuyos legados abarcan desde el realismo hasta el cubismo y el arte moderno. Es probable que el contacto de Gardea con este entorno artístico haya nutrido su obra con nuevas herramientas de expresión, colores vibrantes o una narrativa más universal.

Jaime Romero. Jack Ro
Su obra se distingue por una combinación única de simbolismo y emocionalidad, creando un lenguaje visual que trasciende lo tangible y conecta profundamente con el espectador.Con una maestría inigualable, Cristina logra cautivar a través de la infinita variedad de rostros que plasman sus dibujos, cada uno de ellos revelando una multiplicidad de expresiones que encarnan las pasiones humanas. Sus trazos son una danza entre emociones como el odio, la tristeza, la alegría, la melancolía, la belleza, el amor y los matices más oscuros de la condición humana. Esta versatilidad la posiciona como una artista capaz de explorar lo más profundo del alma, convirtiendo cada pincelada en poesía visual.En su obra se entreteje una fascinante mezcla de imágenes de ensueño con una sensualidad que despierta los sentidos. Entre lo absurdo y lo real, Cristina navega con libertad inimaginable, trazando el espejo de su propio autorreflejo en busca de su esencia. Es esta inquietante búsqueda personal la que define el núcleo de su arte, una travesía que invita al espectador a mirar más allá de lo evidente y a conectarse con la profundidad de las pasiones y los contrastes que ella magistralmente captura.Cristina Gardea tiene la virtud de transmitir con cada rostro y expresión una sensación que va más allá de lo visual: cada pincelada se convierte en una ventana que conecta con las profundidades de las emociones humanas, transformando sus lienzos en versos afrodisíacos que evocan mitos de un paraíso de sueños celestiales. En su obra, lo onírico se entrelaza con lo tangible, creando un diálogo entre lo real y lo intangible que resuena profundamente en el espectador.La capacidad de Cristina para entrelazar emociones contrastantes, como la felicidad y la melancolía, o el amor y el desamor, convierte su trabajo en un puente entre mundos internos y externos. La huella artística de su arte parece no solo hablar al espectador, sino también a ella misma, llevándola a confrontar su identidad femenina y explorarla en un viaje creativo lleno de matices.En su trayectoria artística, Cristina ha sabido adoptar y reimaginar los fundamentos de dos grandes corrientes artísticas. El surrealismo, nacido en Francia bajo la influencia de André Breton en la década de 1920, se caracteriza por su exploración de lo onírico, lo irracional y lo fantástico. En sus obras, Cristina Gardea transporta al espectador a mundos introspectivos y soñados, integrando elementos irrealistas y simbólicos con una visión única y profundamente personal.Por otro lado, el expresionismo, surgido en Alemania a principios del siglo XX, se enfoca en la distorsión subjetiva de la realidad para expresar emociones intensas. Inspirada por este movimiento, Gardea incorpora una carga emocional palpable, utilizando colores vibrantes y trazos audaces que transmiten estados anímicos complejos y profundamente personales. Este enfoque emocional en su arte revela no sólo su dominio técnico, sino también una sensibilidad extraordinaria hacia la exploración de la psique y las emociones humanas. Cristina Gardea es, sin lugar a dudas, una artista que ejemplifica la riqueza del arte contemporáneo mexicano. Su obra no sólo inspira, sino que también representa un legado de reflexión, emociones y conexión humana, invitando a quienes la contemplan a adentrarse en un universo donde los sueños, las pasiones y las realidades se entremezclan con una armonía magistral.