Doy el perdón si los hijos de Agapito Bermúdez, se disculpan

ENTREVISTA AL EMPRESARIO LÁZARO FLORES

por Talcual
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Por Rafael Navarro y Luis Carlos Carrasco

La historia empresarial de la familia Bermúdez Cuarón y Bermúdez Espinoza, la define el empresario Lázaro Flores como una trayectoria de saqueos, amenazas, muertes, robo de terrenos ejidales y urbanos; defraudación de ejidatarios aprovechando de su ignorancia, pobreza y falta de conocimiento legal.
Y la acusación va más allá: Los Bermúdez venden tierras y creen que, gritando y ordenando van a amedrentar y a hacer lo que les da la gana. A lo mejor en los años 90s, en los años 80s sí lo hacían porque llegaron a matar mucha gente por tierras y eso lo sabemos los juarenses.
Agapito Bermúdez Cuarón -ya fallecido- usó el apodo de ‘Jaime’, porque no le gustaba su nombre. Era un ‘empresario’ muy largo, “ustedes lo saben bien que, el exalcalde, era bien largo”.
Agraviado aún por un agresivo intento de despojo de un terreno aledaño al Centro de Convenciones Las Anitas, donde golpearon a los hijos de Lázaro Flores, lo agredieron a él, le robaron dinero y un reloj de alto costo, el empresario dice que está dispuesto a darles el perdón, si pagan los daños y se disculpan públicamente.

Quiero que se haga justicia. Realmente es lo que yo quiero, y se los hago saber…pero antes les digo algo: hace unos días vino el abogado de uno de los escoltas de los Bermúdez y le dijo a mi abogado “oye, dile, Lázaro, que ¿Qué quiere?
Tan sencillo, que reparen el daño y que me pidan una disculpa pública. Y cerramos el asunto… así de sencillo. ¿Y qué cree que le dijeron al abogado? Bueno, él fue con los Bermúdez muy contento. Y los Bermúdez, con su soberbia, dijeron que nunca acabarán con ellos.
Y le pidieron que lo viera con el abogado Dante (Acosta), y Dante despotricó y dijo que no, que éramos unos pendejos y que estaba jodido, que él era don chingón.
Conozco a Dante Acosta porque él y su hermano son unas ratas. Y se los dije en su cara. A mi me quedaron debiendo 10 mil dólares hace 24 años. No habían regresado hasta que se presentó Dante como abogado de los Bermúdez.
Aclaró que Sergio Bermúdez Espinosa, la neta, aparece en el acta constitutiva, pero él no demandó. Pero él es Bermúdez. Eso le pasa por ser Bermúdez.
O sea, Sergio, como robó a la mamá de Juan Ubaldo Benavente. Juan Ubaldo quiere mucho a Jorge, son sus ojos, pero no quiere a Sergio.
El litigio por daños, agresiones e intento de despojo va en contra de Sergio, Juan Carlos y Jorge; Tavo, el cuarto hermano varón, murió hace años fuera del país. En total son ocho hermanos entre hombres y mujeres.

La demanda incluye a los escoltas que la noche en que entraron al predio de Lázaro Flores golpearon, robaron y trataron de intimidar a la familia utilizando armas de fuego. Contra 18 de los involucrados hay orden de aprehensión, pero, actualmente, se encuentran amparados.
Lázaro Flores, en un acto reflexivo, les pide a los escoltas de los Bermúdez que reflexionen sobre su situación, porque llegado el momento los van a dejar solos y se van a quedar en la cárcel.
Los hermanos Bermúdez son unos huevones que nunca han trabajado. No les gusta trabajar. Ya ni empresarios son, solo se dedican a robar terrenos y a venderlos, asegura Lázaro Flores.
También emprende una dura crítica contra los propietarios de medios de comunicación:
Pero yo les hago una pregunta a ustedes (se refiere al equipo de Tal Cual Juárez) y a todos los medios de comunicación de la frontera, por qué nunca dicen “oye, no hemos visto un centro de convenciones… todos callados, todos, así como borreguitos, así van”.
¿Qué pasó con la nota de los Bermúdez? Está circulando en algunas redes sociales. Y aprovecha para dirigirse al equipo de Tal Cual Juárez: “Gracias por aceptarme la invitación a esta entrevista, se los agradezco. Porque no cualquier medio se avienta. Canal 44, el canal Cinco, El Diario, se hacen pendejos”.
No fuera algo distinto y ahí estarían con otro vato. Así lo digo, “hasta vergüenza me dan. A mí me da vergüenza el Cabada”.
Yo les daba tanta publicidad, venían por un carro cada uno, porque no tenían; les daba el carro y me pagan con publicidad. La última vez, los hubiera visto, “ay, ay, pásele, señor”, así me trataban.
Y él a mí me decía personalmente – se refiere a Sergio Cabada- me decía: “un día, si hacemos algo, nosotros vamos a luchar juntos”. Ya nada más llegaron a la presidencia municipal y se olvidaron, ¡a la chingada! Y se los digo, yo se los dije la otra vez, en la última entrevista, y se los repito, se los sostengo. “Lo que pasa es que se hacen del modo de corrupción, de agarrar nada más”.
A Manuel, de El Diario, le hablé y le dije de la nota, de la orden de aprehensión contra los Bermúdez y me dijo “la vamos a sacar” y no salió nada. (Hasta el lunes 17 de febrero, por la mañana, en la página de Internet de El Diario apareció la nota).
Se me a figura que “que son como un grupo”. Pero yo les digo a ellos como a los Cabada, a todos los que no empezaron ricos, como yo, nunca van a ser aceptados entre los millonarios.
Los que nacieron multimillonarios, esos tienen su grupo, se acabó. Ellos están ahí como que van a unirse, pero no se pueden unir como los árboles, la rama ya está dada. Pero deberíamos de hacer algo muy diferente y no lo hacemos.
De alguna manera conviven, pero no nos aceptan.

Lázaro con el equipo de Tal Cual

REPORTEROS ¿Midió las consecuencias de lo que podía ocurrir que al emprender un pleito legal contra los Bermúdez era un pleito legal perdido de antemano?

Cuando empieza este problema, para empezar, nunca medimos consecuencias porque no pensé que fuéramos a llegar a tal grado.
Ellos eran vecinos míos, aquí a un lado de mí (del Centro de Convenciones Las Anitas); por muchos años fueron vecinos míos.
Yo les regalé muchos años agua para que regaran su campo de Polo Ecuestre. Venía aquí Jaime (Bermúdez Cuarón), que en paz descanse; también venía Octavio Bermúdez y ahí se la pasaba Jorge Bermúdez y mandaba siempre a ver el terreno (que después se quiso robar).
Entonces yo le regaba agua como buen vecino, no nada más les daba agua a ellos, les daba aquí enfrente de nosotros y a un lado. Es el ejido Salvárcar.
El ejido no tenía derecho a este pozo de agua porque le pertenecía al ejido Zaragoza. Entonces, como yo era el titular, les daba como buenos vecinos agua, les entubé y les daba agua, incluso a los que no eran ejidatarios.
Pero yo decía: “bueno, somos vecinos de aquellos años”. Yo les prendía el pozo. Entonces, a la referencia usted me dice, pasan los años y siempre vecinos.
Inclusive yo levanté una bardita en ese predio. ¿Por qué la tiré? Porque había gente que venía a mi parque y sí, es cierto, se metían a sus campos con todo y carro, o sea, a su campo verde de Polo, a hacer carne asada.
Y me decían “oye, tus clientes…” Y yo les dije “mira, vamos a hacer una cosa, una bardita de tres bloques con una mallita para que ya no se metan por acá, que entren por acá, fijando las calles.

REPORTEROS Lo que nos dice es que ¿había una buena relación?

Sí, hasta ese momento, pues una relación de vecinos. Y pasaban… “¿cómo estás?” Ellos tenían su pozo de agua, pero su pozo, como no era subsidiado por el gobierno para los ejidatarios, su agua era muy cara, su luz.
Por darle un ejemplo, si ellos pagan mil pesos, con el ejido pagábamos $100 pesos. Y no estamos hablando de mil pesos, podrías haber pagado 50 pesos, 60 pesos, $1000 por año.
Bueno, entonces ya ellos empezaron a hacer la maquila, empezaron a crecer, y yo dije “pues se acabó el campo de polo”.

¿Estamos hablando de los Bermúdez hijos y papá. Hijos de don Jaime, el que fue alcalde?

Jaime Agapito Bermudez

Pero los hijos son más grandes que yo. Yo tengo 51 años, Jorge ha de tener unos 60 y tantos años. Yo digo que Sergio unos 70 años. El más joven es Juan Carlos. Ese nunca venía. Ese nunca lo vi yo.
Pero los demás venían, inclusive venían a mis tierras y yo les regalaba alfalfa, porque como me sobraba alfalfa y yo no vendía alfalfa…
Ya pasando los años, hace unos tres años atrás, dije “bueno, voy a limpiar mi terreno”, porque de repente volteé y había mucha tierra. Me echaron escombro las tantas construcciones que ha habido.
Y ya empecé a limpiar el terreno y todo eso. Y luego de repente llegan. Enviaron a un sujeto en una troca roja, pero yo no lo conocía. Ahora ya sé quién es, que es Villegas. Pero venía con escoltas.
Pero no me lo decían a mí, sino a la gente que yo dejaba allí. Esperaban que yo me fuera, y llegaban y les decían ¿qué están haciendo con el terreno de mis patrones? Y luego le decían ellos ¿tus patrones? “Pues el señor Lázaro nos mandó”.
Entonces yo llegaba y ya no estaban. Así fue como dos, tres veces. Yo nunca me quité hasta que empezaron a venir sus escoltas para intimidarme.
Y yo les dije varias “oye, no necesitas venir tú. Dile a tu patrón que venga, que aquí lo espero para que me diga de viva voz qué es su terreno…” si yo le regalaba el agua a él todos los días.
Nunca vino porque sabía bien que viéndonos los ojos no me podían decir nada. Yo le digo una cosa y con todo el respeto “el cabrón se iba a zurrar”. ¿Por qué se iba a zurrar? Porque el vato sabía que era cierto que no era su terreno. Ahora resulta que nunca vinieron, pero vinieron a fregar.

REPORTEROS ¿Cuánto duró la intimidación?

Como unos cuatro meses.

REPORTEROS ¿Hasta que se dio el incidente donde golpearon a sus hijos y le robaron pertenencias?

No, pasó más tiempo. Eso fue más años atrás. Entonces ya dejaron de venir. O venían y luego no venían. Y luego fueron y pusieron una denuncia en Fiscalía porque según él lo habían despojado. No acreditó las dos denuncias; las denuncias se acabaron.
Me dieron la hoja en Fiscalía, donde se terminó el asunto. Yo les dije “con todo gusto vamos a verificar y vamos a medir terrenos y si yo estoy mal y si ellos están mal, rectificamos”.

Lázaro y Bermudez

Para este tiempo, yo veo la escritura de ellos. Yo no soy un experto, pero soy empresario y he comprado propiedades y cada terreno tiene una historia.

REPORTEROS Además, usted tiene abogados.

Claro. Y notarios y todo, pero tiene una historia. ¿Cómo se compra un terreno? Un terreno tiene historia, ¿cómo se fundó esa casa? Todo eso. No es la autoridad de la Fiscalía la que determina. Mandamos una hoja al Registro Agrario Nacional (RAN) para saber, por qué querían saber por medio del Municipio y ese órgano no tiene facultades. El ayuntamiento no sabe el origen de esas tierras.
Entonces hay que pedirle permiso al RAN y el RAN
contestó que es un predio del Ejido Zaragoza. Y nos dice: “colinda con el Ejido Salvárcar”.
Entonces estamos por un pleito de veintitantos mil metros cuadrados, que no era pleito, pero decían que no era Ejido y el RAM contesta que es un terreno de 42 hectáreas que ya no es de mi propiedad, pero en ese tiempo, en ese momento, se da cuenta el Ejido Zaragoza y se deja venir porque todos los terrenos que ellos ya fincaron en las maquiladoras fueron terrenos ejidales.
Empiezo a leer la escritura de ellos, que no fue una escritura, ellos hicieron una escritura en el 2019 con un contrato que su papá (Jaime Bermúdez Cuarón) no les quiso vender a ellos.
Se van ante un juez, se pelean y el juez ordena que se escriture. Esa es una artimaña que usan los empresarios para sacar una escritura para poder robarse un terreno.
Pero la escritura madre de esa dice que él, en 1954, sacó 40 y tantas hectáreas que se encontró; así como que iba caminando y se las encontró.
O sea, el señor, tampoco las compró, se las robó y ahora el Ejido cuando interviene porque son sus tierras, eso ya no es competencia mía.
Entonces ellos pensaron, ahorita los vamos a intimidar con los escoltas.
Ya tenía cercado el terreno, le puse la otra malla enfrente. Y empezaron. Venían y me decían: “oye que mi terreno y mi terreno”, pero nomás me mandaban recados.
Un día vino su abogado, Dante Acosta, que el mismo dice que es un abogado muy prestigioso.

REPORTEROS ¿Y lo conocía?

Le voy a decir que su hermano y él: “ellos son unas ratas”. Ellos me hicieron el primer salón y ya cuando les pagué el dinero que eran $50 mil dólares; me iban a poner las puertas y me tenían que devolver $10 mil dólares porque no las pusieron y ya nunca volvieron…
Y se lo dije en su cara ese día, a lo mejor ya después de veintitantos años venían a ponerme las puertas. Ellos me la hicieron en el 2001, entonces vinieron 24 años después y cuando le dije nomás se quedó así, serio. Y le dije “a mí no me venga a decirme nada, señáleme algo y se lo digo aquí ahorita a usted, a los lectores y en general:
Si yo estoy mal en ese terreno le prometo pavimentar 30 calles completas, sino que los Bermúdez ¿me aceptan el reto?, que ellos las pavimenten y hacemos un consejo, no de los corruptos, de gente que sepa de tierras y que den un veredicto.

Ellos ¿a quién compraron? Yo tengo a quién le compré. Yo le compré al ejido, yo no me las robé, yo mis tierras las compro, no me las robo.
Entonces llega un domingo y me hablan y como todo delincuente, porque así son los delincuentes, llegan a las 4:30 de la mañana. Rompen la malla y meten las trocas.
Llego yo en mi camioneta, me bajo. Ellos venían todos armados, nos damos de golpes, llegan mis dos hijos y ya estábamos 18 contra tres.
Esto no se va a quedar así, ellos no se mandan solos y se ve en el vídeo muy claro se ve que son unos cobardes, porque cuando viene la patrulla salen corriendo y le digo yo a ellos: “contra 18 no puedes, son muchos”.
Pero, aun así, todavía nos defendimos, para que vean que sus escoltas no sirven para nada, los cabrones.
Yo no les tengo miedo. A mí no me van a venir a decirme que son los Bermúdez y que soy esto y esto. La ley hasta donde tope.
Ahora, por eso les giraron una orden de aprehensión. Y ahí nos vamos a ver en Tribunales. En Tribunales nos vamos a ver por allanamiento, lesiones, golpes, robo. Se subieron a mi troca y un día antes, que fue sábado en la noche, yo tuve un concierto. Entonces me entregan el corte de caja de 380 mil pesos.
Me lo envuelven y lo pongo en una maleta, siempre traigo mi maleta y echo el dinero allí. Y yo siempre tengo una colección de relojes de marca Bulova. Me gustan todos los relojes, pero tengo una colección extensa.
Esa noche llegué a mi casa en un fraccionamiento privado. Y yo soy de los de que si se sube a mi troca va a encontrar ahí el reloj y el dinero. Y ahí estaba cuando salgo a las cinco.
Y ellos se subieron y se robaron el reloj. Inclusive, en Fiscalía, identifiqué claramente al que se robó el reloj y el dinero.
¿Por qué lo identifiqué? No se me va a olvidar nunca. Porque tengo unos amigos, uno se llama Gustavo y otro que se apellida Silva. Son mis mejores amigos.
Entonces el vato se llama Gustavo Silva y se me quedó muy grabado y veo que él, en la Fiscalía, me retaba mirándome a los ojos. El día de los hechos traía botas de soldado. En el juzgado me retaba y yo lo volteaba a ver.
El día que entraron a mi predio estaban todos armados, pero como estaba tan oscuro no se alcanzan a ver las armas.

REPORTEROS ¿Y las sacaron?

Ah sí, sí. Uno si la sacó y yo le decía dale, jálale aquí enfrente (le mostraba la cara), jálale.

REPORTEROS ¿Y los agarraron ahí con armas?

Lógicamente las armas se las llevaron en una troca blanca, esa nunca la agarramos. En ese vehículo se alcanzaron a ‘pelar’ otros cuatro o seis, y ahí se llevaron las demás armas.

REPORTEROS Nos tocó reportear una experiencia parecida con un empresario de Juárez, en donde era más que evidente que había un proteccionismo a la parte ofensora en ese momento, los que entraron ilegalmente a una de sus empresas. Me refiero al caso de la lechería propiedad de Pedro Zaragoza… la policía municipal retiró el apoyo en el último momento.
Ahora vemos que la Fiscalía no ha frenado este procedimiento, que hay todo un proceso que sigue, aun tratándose de una familia que se creía poderosa y honesta.

Se sincera Lázaro Flores con Tal Cual

Pues mira, la Fiscalía ha actuado de muy buena fe y no solo conmigo. A raíz de este problema se suscita un algo muy grande: llega del Registro Agrario Nacional un segundo documento.
En ese segundo oficio informan que el Ejido Zaragoza tiene 125 hectáreas más, que se ubica de la calle Waterfill hasta donde está la maquila Wistron, donde hay muchas tierras. También se las robaron los Bermúdez.
Hay muchos que yo conozco, empresarios, que nunca les dije, nunca les pregunté y ahora se me acercan y se hacen los indignados, pero volvemos a lo mismo, yo le dije desde un principio que le compré al ejidatario don Rutilo Aceves, entonces tiene un nacimiento.
Si tienes un problema con el ejido, entonces hay que preguntar ¿a quién le compraste? Pero en este caso todos denunciaron, todos robaron las tierras, de todos. Entonces, no eres tan decente. La Fiscalía ya no está viendo las cosas conmigo, actúa directamente con el ejido.
Empiezan a hacer investigaciones, empiezan a hacer aseguramientos de terrenos, empiezan a hacer muchas cosas.
¿Qué es lo que pasa? Que a lo mejor en el ejido- hay que ser honestos con esto-, son gente muy ignorante, humilde, que no tienen como defenderse y estos son unos abusones, perdón que se lo diga, pero es cierto.
Porque lucrar con la ignorancia es como si mataras, porque la gente no sabe y son sus terrenitos. ¿Qué es lo que pasa? Ellos tienen para pagar un buen abogado y el pobre ejidatario no tiene con qué pagar un abogado. Ahí se queda.
En este caso que usted me dice, la Fiscalía actuó. Yo todos los días mandaba a los abogados, estábamos los involucrados.
Íbamos a seguir el caso y yo nunca vi a los Bermúdez, nunca los vi, porque ellos nomás mandaban a su representante.
Inclusive le puedo platicar algo. Ellos fueron un día al RAN para que les dijeran, porque el RAN tiene la tecnología para ubicar los predios y si usted se para en el terreno y le da las colindancias con un GPS, el RAN le dice de qué ejido fue y es ese terreno o si fue de terreno nacional.
Ellos mandaron por el acta a su representante legal, y le dijeron personalmente que la propiedad es del ejido Zaragoza. Claro que no iban a llevar la hoja a la Fiscalía.
Le vuelvo a decir: el sistema agrario, cuando la Fiscalía dice “yo no soy competencia de esto, esto es competencia de un tribunal agrario. El Tribunal Agrario nos gira una carta que me hace llegar a mí, le hace llegar a los Bermúdez y nos dice, muy claros, “presenten sus documentaciones para que empiecen un juicio agrario los dos, para ver quién es el dueño del terreno”.
Y nos dijeron: necesitamos tres cosas, la credencial de elector, carta o título del ejido. Ellos no tienen la carta o el título, por eso no fueron. Y yo tengo mi carta del ejido.

REPORTEROS Ahora, sé que no es el tema y lo aclaró, que las colindancias son las que se están analizando en este momento, pero esto lo podemos traducir como que las maquiladoras que compraron o rentaron a los Bermúdez ¿están fincadas ilegalmente en terrenos que no eran de su propiedad?

Claro, pero la maquila no tuvo la culpa, hay que reconocer. Ellos llegaron y compraron de buena fe. La escritura que tienen los Bermúdez, la original, que se puede decir la original, cuando ésta tiene como 29 cambios, o sea, demandas para perder la legibilidad de cómo nace una escritura, ya no alcanza uno a leer hasta abajo.
¿Por qué lo hacen? Porque a final de cuentas, y yo se lo puedo decir francamente, una de las parcelas que yo compré, que fue la primeritas, decía que yo era dueño de cinco hectáreas. Y cuando vienen y me miden los del ejido con el RAN que utilizó el sistema satelital, me salieron 43 mil metros cuadrados, o sea, donde están mis otras 7 mil.
A muchos les sobra un poquito más de tierra, porque es muy difícil cuando es el nacimiento de la tierra ser exactos.
Cuando hacen un fraccionamiento, por decir un ejemplo, Enaltec, está haciendo un desarrollo grande; ya no más queda mi vecino el gallero, le digo gallero yo, porque toda la vida ha tenido gallos, tiene un pedacito de tierra. Él llegó aquí en 1970 y tantos.
Entonces tuvieron que dejar un pedazo de terreno; esperamos que no sepan los Bermúdez, porque vienen y se los roban, los cabrones.

¿Usted ha visto a los Bermúdez frente a frente?

Mire, nunca me han dado la cara frente a frente y menos ahora, desde el incidente, y eso que somos vecinos, vivimos en la misma calle. Aunque tengan 68 y 70 años unos y el otro más joven, no es lo mismo cuando dices que eres vecino de toda la vida, que has estado en el mismo lugar y que yo los veía cuando jugaban Polo.
Es más, yo les prestaba hasta el baño para que vinieran sus esposas porque -en la cancha- no tenían ni baños.
Entonces ¿Cómo vienes a decir esto? Se me hace desvergonzado. Y más de desvergonzado por lo que hacen: “Ya te robaste 40 y tantas hectáreas y quieres robarte más terreno”.
Cuando yo llego aquí, no es tan lejos, en el 2008 yo hice esta carretera, la pavimenté (se refiere a la que conecta el bulevar 4 Siglos con la avenida Waterfill).
Ahora me sorprende, quiero ir con los arquitectos y con los ingenieros y todas las barras de Colegios de ingenierías; yo debería tener el premio Nóbel de Ingeniero, como hice la calle, que era un pinche camino vecinal.
Yo me agarré con mi ingeniero, que es el ingeniero Hernández y le dije: “hazme la calle desde allá hasta acá”. No le pedí permiso a nadie porque no había nada en ese entonces. Fue en el 2008 y yo llegué en 1991 o 1992.
Y ahora resulta: qué raro y qué puntual, todas sus escrituras de ahí parten de esa calle. O sea, me río hoy porque, a todos exactamente, les puse los postes de luz, porque yo traje la electricidad en 1991. Me la traje como la película mexicana ‘La Ley de Herodes’, que relata el trabajo de un presidente municipal de un pueblo ficticio, San Pedro de los Saguaros, que solo lleva un postecito.
Yo me traje como 10 postes de luz, pero eran de fierro. Entonces yo traía un cable de luz, no era la luz general. Y después me traje la electricidad que surte la Comisión Federal de Electricidad.
Cruce por los terrenos porque no había nada para traerme la electricidad. Y me río mucho porque muchas escrituras que estamos viendo ahora, parten exactamente del sitio donde está el poste. De ahí se dividen los terrenos y digo: “qué buen ingeniero fui para medir, cómo no me contrataron desde los 80”.

REPORTROS Usted tiene una historia muy, muy especial, porque yo creo que es un caso típico de lo que se denomina la generación del esfuerzo…

Gracias.

REPORTEROS Empieza peleando por una causa y finalmente termina siendo un empresario exitoso. ¿Se imaginaba usted que eso era ser empresario?

No, fíjese que, la verdad, cuando fui creciendo, desde ese entonces hasta el 2005, consolide los centros de convenciones, salones, o sea, desde el 90 y tantos empecé primero con el parque y como no pasaban las vialidades, a lo mejor no me volteaban a ver tanto.
Pero después vienen los problemas y, más bien, vienen las envidias, porque yo se lo puedo decir con el ejemplo que un día me puso un amigo, en paz descanse, se llama Lorenzo Zambrano, del grupo Cemex.
Un día me dijo: “las escuelas de afuera del país son las mejores, pero muy caras”. Yo le dije “sí, fíjese que mis hijos están empezando a estudiar fuera”. “No, Lázaro, allá se educan a los hijos, porque se van a una ciudad donde nadie los conoce; donde la gente no sabe que son hijos de los Bermúdez, de los Fuentes, de los Zaragoza… Allá se forman ellos solos, porque tienen que planchar, lavar, y no es como aquí, aquí… ahh, es fulanito, el hijo del empresario…
Allá es donde nacen los grandes empresarios. ¿Por qué grandes empresarios? Le digo yo, porque, por ejemplo, si usted va a hacer una gasolinera o un carwash, invierte todo su dinero; invirtió como un empresario chiquito.

Y los hijos de los ricos llegan con una gasolinera y le ponen unos carwash a un lado, pues ya hicieron garras a los chiquitos, porque pues ellos tienen más lana. No puedes competir porque ellos tienen más.

REPORTEROS Bueno, esto lo consideramos importante y se lo preguntamos directamente a usted: exactamente, con este litigio, ¿qué es lo que quiere el empresario Lázaro Flores?

Que se haga justicia. Realmente yo lo que quiero, y se lo hago saber…pero antes les digo algo: hace unos días vino el abogado de uno de los escoltas de los Bermúdez y le dijo a mi abogado “oye, dile, Lázaro, qué quiere”.
Tan sencillo, la reparación del daño y que me pidan una disculpa pública. Cerramos asuntos, así. ¿Y qué cree que le dijo el abogado? Bueno, él fue con los Bermúdez muy contento. Y los Bermúdez, con su soberbia, dijeron que nunca acabarán con ellos.
Y le pidieron que lo vieran con el abogado Dante (Acosta), y Dante despotricó y dijo que no, que éramos unos pendejos y que estaba jodido, que él era don chingón.
A mí se me hace lo más pendejo; si quieren que los lleve 20 años a juicio, los voy a tener 20 años en juicio…10 años, los que quieran.
Yo no me voy a cansar. Yo vengo de la calle, soy cholo. Yo cada centavo lo labré con mis manos. A mí no me van a intimidar ellos. Y pobres de los escoltas, porque un día los van a dejar solos y van a pagar con cárcel.
Es demasiado. Y aquí le estoy diciendo y se lo sostengo, yo no tenía problemas en darles el perdón… que públicamente digan “la regamos, Simón, nos metimos, se acabó”.
Pero la soberbia, el ego, su arrogancia, porque yo no pido más.
Va a llegar un momento en el que nos van a agarrar a los dos. A lo mejor nos va a agarrar la gobernadora a las dos partes para que se detenga esto.
Ellos dejaron de ser empresarios porque nomás venden terrenos. Es lo único que hacen, vender sus tierras que se roban y las ventas se la dividen. Y ahí van gastando y ahí gastan porque no tienen un negocio específico.
Por decirle algo al respeto, buenos empresarios en Juárez, gente como Alejandra la Vega. Han crecido sus cadenas de tiendas; la familia Terrazas, hasta los Fuentes.
Estos (los Bermúdez) venden tierras y creen que, gritando, haciendo y ordenando van a mandar a hacer las cosas. Lamentablemente, muchas personas que trabajan para ellos piensan que, porque son sus patrones pueden hacer y deshacer. A lo mejor en los años 90s, en los años 80s sí lo hacían porque llegaron a matar mucha gente por tierras, mucha gente. Y lo sabemos todos los juarenses.
Escuché la otra vez en un comentario. Un señor decía “yo conozco a los Bermúdez; el de Las Anitas, aunque haya llegado en 1991, ellos ya estaban”.
Ah, sí, yo no estoy diciendo que ellos no estaban antes; yo no tenía nada. Sí, no más que antes de que estuvieran los Bermúdez ya estaban los Ejidos, antes de que naciera don Agapito.
Cómo me hubiera gustado nacer en ese año, a ver si es cierto que se apropiaban…Y déjame decirle otra cosa…

REPORTEROS ¿Quién es don Agapito, perdón?

Don Jaime (Bermúdez Cuarón, el exalcalde), así se llamaba, Agapito. Nomás que no le gustaba que dijeran Agapito.

REPORTEROS No sabíamos.

Es que en sus escrituras se oculta en el alias de don Jaime. Pero era Agapito. Pues sí, eso fue en los años 30; nació como los 30 y tantos, cuando ponían esos nombres raros.

REPORTEROS Vemos que en esta investigación surgieron datos y datos. Pareciera que le empezó a llegar mucha información. Y realmente usted fue el que dibujó los verdaderos Bermúdez.

Vean el vídeo, es muy claro. Golpearon a mis hijos, yo le he dicho a ellos, aunque nunca los he visto, pero ellos lo saben, ellos tienen hijos. Yo no les haría una marranada.
No les haría una marranada porque ellos pueden tener dinero, pero también lo tengo yo, mejor no diré lo que ellos son, pero son huevones y nunca han sabido trabajar.
Y yo sé trabajar, pero yo no haría eso, yo no lucraría.

REPORTEROS ¿Perdonaría también el agravio a sus hijos?

Es que el no perdonarlos es no sanar las cosas, pero también que pidan una disculpa pública. Ellos ya se robaron lo que se tenían que robar, no quieran robarse más cosas más.
No porque sean ellos, yo mejor no me meto. En la vialidad conocida como Camino Viejo a San José, yo hice un fraccionamiento que era propiedad mía, todo, todo lo hice yo solito.
Se llama Santa Catalina, enseguida de ellos, de los Bermúdez, dejé un camino de 6 metros para una pobre vecina de atrás; se lo robaron también y se los sostengo porque el terreno era mío.
Esos te mendigan hasta un milímetro de tierra.

REPORTEROS No es lo que pensábamos de los Bermúdez…

Claro que no. Y ese fraccionamiento era mío, ellos lo saben. Yo puedo hacer mis cosas también. O sea, yo no los necesito a ellos. Yo pagué ese terreno que están viendo, lo adquirí con el sudor de mi frente; se los compré a los ejidatarios. A mí no me lo regalaron.
Si ustedes dijeran “es que también Lázaro se lo quiere robar, son dos ratas”.
Pues dos ratas, con dos ratas se agarran, pero yo no me lo robé. Pagué por eso, yo pagué. A mí el ejido me dijo: “don Lázaro, nosotros le respondemos con más tierras que tenemos, donde quiera”.
No, no, pues si yo los conozco, ellos me vendieron a mí. Yo también llegué a dudar de qué tan fuerte fuera el ejido. Pero son sus tierras y el ejido es muy fuerte.

REPORTEROS Seguramente, no nada más en el caso de los Bermúdez, pero estando ya dentro de ese grupo empresarial, voy a decir, privilegiado, seguramente se ha enterado de otras cosas más que han pasado en Juárez

Uy, muchas cosas, muchas cosas me he enterado. En paz descanse el ingeniero (Federico) de la Vega, una finísima persona. Duraron años peleados con don Jaime Bermúdez porque le quiso robar unas tierras al ingeniero y el ingeniero lo retó de boca boca. El ingeniero me lo dijo a mí, en paz descanse, platicando un día, hace muchos años. Claro, lógicamente ahí no pudo, le dio vuelta a la página. ¿Por qué? Porque el ingeniero también no era cualquier persona, un hijo de vecino, tenía lana y todo lo que quisiera…
En este caso, también Agapito, pudo haber dicho, “A ver qué me robo”. Yo era un jovencito cuando llegué aquí y lo veía a él. Tengo 51 años, yo había cumplido 18 años, parecía de veintitantos, porque antes uno parecía como que tenía más edad.
Y ahí hablando con el señor, pues me ‘sopeaba’, pues yo iba y preguntaba al ejido. Porque todos eran amigos. Lo que yo le decía y ahora razono y digo pues este siempre me estuvo preguntando, pues para saber cómo estaba la situación, porque él no sabía.
Y no era bien visto en el ejido. Nunca, nunca fue bien visto. Por ejemplo, cuando hicieron el puente Internacional Zaragoza en 1990, más o menos, el puente liquidó al ejido Zaragoza porque también era parte del terreno.
Es que son terratenientes, hay que ser honesto, gente que abusaba. Yo vengo del kilómetro 14 y me acuerdo que, cuando era jovencito, la situación de Juárez era otra.
Precisamente yo vengo del Kilómetro 14. Mi mamá se llamaba Magdalena Flores Valdés, finada.
Recuerdo que yo tenía alrededor de 11 años, era un jovencito. Y me acuerdo de que me dijo Pedro Matus: “lo que alcances a cercar de ese terreno es tuyo, en la mera Panamericana, que yo no sabía que antes se llamaba Cristóbal Colón, pero hace muchos años”.
Y en la mañana que llegó me dijo Pedro Matus “ay, te dije que acercaras un pedacito”. Y yo cerqué como mil metros cuadrados y me los dio.
Y a los años se lo compré al señor Isaías Paredes. Fui con él, hablé y arreglamos, se lo pagué en abonos, porque el Comité de Defensa Popular regalaba muchos terrenos invadidos.

Lázaro Flores habla directo para Tal Cual

Pero lo que le digo, ese es el único terreno que a lo mejor sí me robé, pero lo pagué al final yo fui y lo pagué.
Yo me acuerdo que, en esos años, el Kilómetro 14 era lo último, y ustedes veían y eran llanos, llanos, llanos. La tierra que se levantó estos días que hizo un aironazo, allá estaba peor en aquel tiempo.
Y si te ibas a Las Torres, no había nada. Yo digo que era muy fácil agarrar terrenos en aquellos años. Imagínense ellos en los 50s, 40s… éstos agarraron y agarraron.
Ellos dicen, “pues esto se va a acabar”. A lo mejor dijeron “si nunca se mete Lázaro a su terreno”; a lo mejor muero yo y las hijas de ellos y mis hijos. Es que son muchas cosas que pueden pasar, pero yo todavía vivo aquí, no me voy a dejar.
Y no es por el terreno, es por el abuso en sí. O sea, llegan con una prepotencia y dicen “es mío”, con una descaradés… o sea, dije, “tantos años y esto es mío, es mío, cabrón”.
Cuando compré enseguida, me acuerdo que el Camino Viejo a San José, era el camino a La Mexicanidad, así se llamaba. Y ahora, que en los juicios veo que ahí tienen, desde ese año, esa sepa si lo compraron o se lo chingaron, porque no creo que lo hayan comprado, entonces pues se lo chingaron. Se volvió un experto en robar.
Le pregunto a amigos míos que tienen varios terrenos, ¿De dónde vienen? ¿Dónde compraste este terreno? ¿A quién le compraste este terreno? Y leemos el primer comprador, el segundo a lo mucho y ya decimos ahí se va.
Pero una escritura, cuando nace, pues nomás es una hojita. Yo tengo una hojita hecha -a máquina de escribir- de mis tierras, que soy el primer dueño. Ya, si yo vendo, pues se va haciendo un tomo y luego los ejidos lo hacían manualmente y se iba al Agrario, y ellos te mandaban el título.
Te llegaba un título nuevo y luego ya tú le vendes a otra persona y luego se hace un tomo, y luego ya le vendes a otro, y ya se va haciendo así.
Uno no lee todas esas cosas, lamentablemente.

REPORTEROS Usted ha hecho lo inimaginable, como el parque de diversión Las Anitas. Muchos alcaldes llegaron y nos vendieron la idea, durante sus campañas, de traerse un Disneylandia o algo parecido o un Six Flags, decían. Y usted finalmente lo hizo. ¿Por qué a los que gobiernan no les funcionan las ideas y usted lo pudo hacer?

Yo pienso que no nada más es el gobierno, y se lo voy a decir honestamente, son también los empresarios, tiene que ver mucho. Las pocas familias de empresarios fuertes son ambiciosas y avariciosas.
¿Cuánto tienen diciendo que quieren un Centro Convenciones en Ciudad Juárez? ¿Por qué no han venido a ver el mío? Si yo lo tengo hace 20 años y con toda la mano; 167 baños, camerinos, oficinas, todo lo que requiere un centro de convenciones. Para eso hay una palabra: la envidia, porque no pertenezco a su grupo. Así de sencillo.

La entrevista exclusiva

Inclusive les digo yo a ellos, hoy que hicimos una remodelación del Centro Convenciones, que vengan y lo conozcan.
Pero esperemos a esta nueva generación que no es tan tonta, la va a ver y van a decir “Ah, cabrón, sí lo tiene el señor, yo lo puedo tener”. Nunca lo hizo (Rómulo) Escobar, que lo quería hacer, pues lo quería hacer con dinero que no era de él.

REPORTEROS Como los empresarios que andan en el proyecto del Centro de Convenciones.

Claro, yo podría decirle y se lo digo francamente, y se los he dicho a ellos y se enojan porque les da celos. Yo tengo juegos que valen un centro comercial completo. Se queda sorprendido como pelean las ferias en México.
En México hay siete ‘ferieros’ (organizadores de ferias), que son de tres generaciones, siete que dominan el país. Yo soy su octavo feriero y voy solo con mis hijos, pero no porque vamos solo, es invertirle a algo diferente.
Se trata de dar empleos, a mí me gusta dar empleos, que aquí viera cuando tengo graduaciones, como vienen gente a vender globos y los dejo entrar a mis estacionamientos.
Y a mí me da gusto que esa gente se ayude, porque yo me acuerdo cuando yo no tenía. Lo veo en otros. En otros lugares tienen la exclusividad: “ay, no te dejo entrar”.
Váyase a Cibeles y no la dejan entrar. O váyase a Cibeles y Cibeles levanta el teléfono y hablan los ricos. “Oye, ¿por qué no nos das eso? Por obsoletos, porque están obsoletos, no le meten dinero.
Yo les digo a mis hijos, cada vez que camino a este parque, les soy honesto, me siento tan orgulloso. Yo nací en un núcleo familiar pobre, yo no tuve papá. Y le digo “mira madre, todo lo que logramos”, ella me decía “gracias a Dios… me siento tan orgullosa”.
Mi mamá murió en el 2005 cuando estaba construyendo el centro de convenciones. Mamá se fue tan orgullosa de su hijo. Entonces yo les digo a todos, le digo a varios amigos, a lo mejor se va a ver un poco arrogante: Las Fuentes, la alberca, existe gracias a mí.
Yo a Benjamín Fuentes le enseñé cómo hacer el parque San Jorge, que es zoológico y parque. Le enseñé al de Las Golondrinas. Venían y tomaban fotos, les mandaba cómo y les decía hagan la alberca para que a todo nos vaya bien. No tengo envidias. El sol sale para todos.

REPORTEROS Y tuvo un acuático con algunos delfines.

Yo tengo el acuático, los delfines los sigo teniendo, ya no los tengo aquí, los tengo rentados en Querétaro. Pero tengo el parque acuático, tengo el parque diversiones, 10 salones infantiles, 10 salones de bodas, un centro convenciones.
Así estamos trabajando, a marchas forzadas todos los días.

REPORTEROS Yo pienso ¿Qué pasa en Juárez? En Chihuahua, en lo que fue la fundidora de Ávalos tienen unas instalaciones exclusivamente para la feria y aquí la estamos haciendo en la Equis.

Nos falta unidad, pero realmente es más que eso, es la envidia. No quieren invertirle, quieren que todo se los dé el gobierno. Por ejemplo, ahorita están ‘chillando’. Esa palabra me la robó Teto Murguía, en paz descanse, decía: “chillan como marranos”. Quieren que se haga el centro de convenciones, pero que se los haga el gobierno, no ellos. Ellos deberían de ponerlo. Y le digo yo, no lo van a hacer.
Estaba pensando, hasta le iba a decir al alcalde, pues cómprenme el mío, si no me quieren tanto, se los vendo y ya dicen que es de ellos… Y si quieren se les hago unos 5 mil metros cuadrados más grande, pero ya lo tienen. ¿Para qué estamos batallando?

REPORTEROS ¿Usted juega golf?

Para qué voy a verlos, si ya nada más se van uno y hasta hablan de uno. Me acuerdo que una vez, Pedro Zaragoza y Valentín Fuentes, se querían asociar, iban a ser un negocio que se iba a llamar Rapilandia, en el boulevard Zaragoza y Casas Grandes.
Solté una carcajada. Y claro que nunca se hizo.
Venir un Six Flags a Ciudad Juárez, para que se den una idea, cuesta más de $1000 millones de pesos. Porque, aparte de los juegos, es la concesión. Los juegos son carísimos.
Para empezar, si usted tuviera mil millones, yo no escogería Ciudad Juárez ni El Paso. Me voy a una ciudad donde va a haber gente para ese parque.
Las Anitas me lo ha querido comprar el Grupo México, de Germán Larrea.

REPORTEROS ¿Y con qué fin?

Ellos se dedican a tener parques. Son dueños de ellos. Tienen muchos boliches. Y se me hace que le digo que sí. No les puedo decir la cantidad, pero es una cantidad estratosférica la que me ofrecen.

REPORTEROS ¿Y vale eso que le ofrecen?

A veces he pensado irme, si me lo dan, porque me dicen ellos que va a ser difícil porque el parque es mi pasión. Pero no crea que estoy tan enamorado. Es un negocio noble. Me pondría a hacer otras cosas, pero a veces digo “yo amo tanto a Juárez” que me dicen ellos “oye, ¿Cómo has logrado hacerlo tan grande en Juárez?” Porque este parque era para que estuviera en Cuernavaca, por el clima.
Les digo no, Juárez es una buena ciudad. Yo soy de Juárez y me va muy bien y tengo mis eventos y tengo todas las cosas.
Pero me da mucho gusto como otros empresarios fuera del país se fijan en eso. Y ellos son los que me han enseñado muchas cosas. Y me han dicho, “es que en su ciudad no hay unidad y nunca la va a ver”.

REPORTEROS Como decía Patricio Martínez, de la pelota. Les aventamos a los empresarios de Ciudad Juárez una pelota de futbol y a pelearse por ella.

Patricio Martínez ex gobernador de Chihuahua

Claro, salen corriendo por toda la pelota. Y yo admiro a los de Chihuahua. En Chihuahua tienen su Distrito Uno, han invertido… son buenas. Yo no le digo que aquí no, pero cada uno dice y tiene sus ideales. O sea, Juárez es una ciudad con un gran potencial que un día van a verla cómo se levanta.
Los de afuera, de más allá de Guadalajara, Monterrey, ya la están volteando a ver y un día van a decir esto quiero hacer en ciudad Juárez. Porque Juárez aguanta muchos negocios muy fuertes.
Mientras los empresarios no se quiten la corrupción de la cabeza, de ganar siempre, yo creo que no vamos a avanzar.
Nomás fíjese, yo le digo una cosa, yo pavimenté la calle que pasa por Las Anitas, bajé del Cuatro Siglos a la avenida Waterfill. Nomás díganme los Bermúdez en su vida ¿qué han pavimentado? Ellos viven en el Camino Viejo a San José, también en Camino Escudero.
Cuando yo hice Catalina, esa carretera, del Cuatro Siglos al fraccionamiento Santa Catalina, yo la pavimenté. Me acuerdo que, cuando la pavimenté, ya estaba bien horrible. Jamás la iban a pavimentar. No saben lo que es pavimentar. Hay que aportar un poquito de arena a todo, un granito de arena a Juárez.
Yo les decía a todos, un día le dije a Rogelio Ramos, el dueño del hotel María Bonita, éramos muy amigos, pero después cambió. Le decía ¿por qué no nos juntas a los de la Canaco y que cada empresario aporte para pavimentar una calle y que el presidente municipal ponga dos y la gobernadora dos? Y hacemos que Juárez crezca.
No, no, es que ellos no quieren sacar de su lana, ellos quieren nomás llevar a sus caudales. Hacen el Festival del Tequila para que sea una cantinota. Ese es el negocio. Hacen sus negocios y les digo, se vale, pero como es dinero que no les cuesta y Rogelio Ramos sabe cuánto vale un juego mecánico, porque él me acompañó muchas veces, él sabe que hay montañas que valen lo que vale un hotel de él completito. Nomás con eso le digo todo.
Yo reconozco al alcalde Cruz Pérez Cuéllar que ha pavimentado muchas calles. Porque lo veo y como yo sé lo que a mí me costó pavimentar una calle, entiendo lo que hace el municipio.

REPORTEROS Lo escucho ya como político.

¿Me escucho como político ya? Espero que los amigos políticos, no vayan a decir uy, este nos quiere quitar el puesto. Luego se multiplica porque hay mucha historia con los empresarios. ¿Imaginas cuánto no han robado?

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