Gana tercer lugar internacional, karateka de la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH.

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Entre el tatami, los libros y la vida, logré un equilibrio: Delgado Villareal
“Encontré el balance entre el deporte, la escuela y la vida social. Para lograr una armonía, todo cuenta. Un día el deporte se acaba y hay que tener un plan; por eso uní mis dos pasiones: mis estudios de Lengua Inglesa y el karate”, afirma Irma Paola Delgado Villarreal, quien acaba de hacer historia en los III FISU AMÉRICA GAMES CALI 2024. Con una técnica implacable y una voluntad férrea, la joven atleta de la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH se coloca en el ranking de las tres mejores karatekas de su categoría, conquista el podio internacional.
Tras ganar plata y bronce en la Universiada 2024 en junio, Irma Paola apenas tuvo tiempo de disfrutar la gloria antes de recibir una propuesta especial: representar a México en la disciplina de Karate, categoría Kumite menos de 50 kilogramos. Con su entrenador, Nayro Domínguez, ajustó su rutina y enfocó su energía en este nuevo desafío.
Su disciplina es inquebrantable. Cada día comienza a las 9:00 a.m. en la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH. Los ratos libres se llenan de tareas, y su jornada laboral arranca a las 4:00 p.m. en un club deportivo privado donde comparte su pasión por el karate con niñas y niños pequeños; al terminar, a las 7:00 p.m., vuelve al tatami para perfeccionar sus movimientos, porque su meta es clara: alcanzar el oro en competencias mundiales.
La travesía hacia Cali fue toda una aventura: Chihuahua–CDMX–Bogotá–Cali, 36 horas de vuelo y contratiempos que hicieron el viaje eterno. Pero eso no le restó energías.
El 3 de noviembre ya estaba lista para su pesaje y, el día 5, para la primera de cuatro peleas: una ganada, una empatada, y otra perdida. En el enfrentamiento por el tercer lugar, se midió contra Ecuador y se convirtió en la única mexicana de una universidad pública en colgarse la presea internacional.
A mitad de su carrera deportiva, Irma Paola ya piensa en el siguiente paso. “Cada competencia siento que puedo dar un poquito más, me doy al máximo. Surge un nuevo reto, y vuelvo a esforzarme y alcanzar nuevas metas”, lo menciona con la mira puesta en las competencias que desea alcanzar: la Universiada, los Panamericanos o, quizá, los Centroamericanos.
Sobre la sorpresa de quienes conocen de su apego por la Facultad Filosofía y Letras siendo una deportista de alto rendimiento contesta con gracia y cita la frase del crítico Anton Ego en la película Ratatouille de Disney:
“No cualquiera puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista puede provenir de cualquier lado”.