El problema del olor putrefacto en la avenida Talamás Kamandari en la entrada al fraccionamiento Paraje de San Isidro continúa agravándose, afirmaron comerciantes y peatones del sector. Señalaron que en las últimas semanas el hedor se ha intensificado debido a que el contenedor de residuos orgánicos presenta una fuga constante de desperdicios durante su recorrido.
Los afectados explicaron que, además del charco que deja a su paso, ahora el contenedor esparce líquidos que aumentan la pestilencia en toda la zona. “Cada vez huele más fuerte, ya no es solo cuando pasa; el olor se queda impregnado en la calle por horas”, comentó uno de los locatarios.
Comerciantes aseguraron que los clientes continúan confundiéndose y creen que los olores salen de los negocios, lo que afecta directamente sus ventas. Incluso algunos tuvieron que reforzar el uso de cubrebocas para poder atender durante las horas en que el contenedor circula por el área.
Peatones que transitan por la avenida afirmaron que el olor ya es tan intenso que se percibe desde media cuadra antes de que el vehículo aparezca. “Cada mes era molesto, pero ahora es diario y más fuerte”, dijo uno de los vecinos.
Los afectados insistieron en que las autoridades y la empresa responsable del contenedor deben intervenir, ya que el problema se está convirtiendo en un riesgo sanitario para quienes trabajan y viven en la zona.
