¡Por fin se va AMLO! México sumido en la inseguridad y el caos

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Este lunes 30 de septiembre fue el último día de una de las administraciones federales mas polémicas y populistas, la de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como presidente de México, quien se mostró emotivo frente a su equipo de trabajo en Palacio Nacional.

Sin embargo, el cierre de su sexenio se vio opacado por el alto grado de violencia que aún permea en diversos estados del país, entre ellos Sinaloa; donde ha persistido un panorama de decenas de muertos e inseguridad durante el mes de septiembre y cuyo gobierno de Morena literalmente ha abandonado a los habitantes a su suerte frente a los criminales.

La destrucción, caos y abandono por los daños ocasionados en más de 15 mil viviendas en Acapulco por el paso del huracán «John», dejan un gobierno federal insensible en los hechos ante las tragedias por los fenómenos naturales.

Un país dividido y polarizado, donde en cada conferencia mañanera el todavía presidente AMLO se encargó de subir el nivel de encono entre la clase política mexicana, la separación entre ricos y pobres, en las mismas familias se produjeron rupturas por el efecto negativo de sus mensajes políticos cargados de odio y rencor.

En su última mañanera de hoy y como tema de distracción, el presidente Andrés Manuel López Obrador no se olvidó del pasado, por lo que mencionó y arremetió de nuevo en contra de los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y el periodista Carlos Loret de Mola.

Al estilo de dictadores como Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, todos los días, a las 07:00 desde «La Mañanera», AMLO buscaba imponer la agenda mediática del país con el objetivo de distraer de los temas importantes a la sociedad mexicana, además de que el presidente utilizó este espacio para señalar y exhibir a sus detractores, así como a quienes criticaban su gobierno.

Nunca aceptó fallas de manera pública, y calló sin profundizar ante los videos y audios de los escándalos de hermanos, hijos y amigos de éstos beneficiándose de dinero en efectivo en sobres y contratos multimillonarios en sus obras emblemáticas, así como lujosas residencias.

Tambien fueron exhibidos periodistas, columnistas y especialistas reconocidos por sus participaciones en las mesas de opinión de medios televisivos y radiofónicos, quienes poco a poco se volvieron clientes frecuentes de García Vilchis: Ciro Gómez Leyva, Carlos Loret de Mola, Denisse Dresser, Héctor Aguilar Camín, Joaquín López Dóriga, Leo Zuckermann, Javier Alatorre, Chumel Torres, Jorge Ramos, Natalie Kitroeff, Anabel Hernandez o Tim Golden, por mencionar algunos.

En cuanto a empresas de comunicación nacionales e internacionales, se dedicó a atacarlas ante artículos negativos escritos a su gobierno, entre ellas Latinus, El Universal, Reforma, Proceso, El Heraldo de México, Forbes, The New York Times, Washington Post, Grupo Fórmula, Univision, Televisa y TV Azteca, entre muchos otros.

Salvo la entrega de dinero a más de 20 millones de méxicanos en diversos programas sociales, y que le llevó a comprar conciencias para que su partido y aliados ganarán en las elecciones del pasado 2 de Junio, México vivió una de las épocas mas trágicas en materia de libertad y democracia.

La cifra más alta de homicidios en una administración (casi 200 mil), falta de obra pública en los estados del país, falta de hospitales, falta de escuelas, falta de carreteras y obras de mantenimiento, falta de atracción de inversiones, falta de nuevas clínicas, falta de medicamentos, falta de seguridad, falta de una adecuada política exterior, falta de todo.

Con un modelo educativo basado en el socialismo, en redes sociales millones de opositores al régimen izquierdista de AMLO festejan su salida, empero sigue ahora una nueva etapa difícil para México, la de su sucesora Claudia Sheinbaum Pardov y para algunos, con una formación ideológica incluso más radical que el presidente que ya se va.

“Claro que conozco de dónde vengo, pero mis padres siempre fueron ateos”, le dijo Sheinbaum a The New York Times en una entrevista de 2020.

Con una presidenta que no cree en Dios, México país con mayoría católica y creyente en sus habitantes inicia una difícil nueva etapa en los próximos seis años.