Al junior Pedro Matus se le apareció del diablo. Resulta que al momento que protestaba en las instalaciones de la JMAS por los supuestos incrementos a la tarifa del agua para el 2025, los chicos de Sergio Nevárez le descubrían como se roba el agua de una de sus propiedades.
Ayer Matus y los regidores Sandra Mabel Valenzuela Martínez, José Eduardo Valenzuela Martínez y Hugo Avitia encabezaron la protesta a la que acudieron unas cien personas.
Estas rémoras del poder en turno volvieron a privilegiar su estatus de oportunistas y serviles para pagar facturitas.
Matus no contaba con que en la junta ya lo tenían bien investigado para sacarle a la luz pública como se roba el agua de los juarenses desde hace ya algún tiempo, y hasta el día de ayer adeudaba más de 100 mil pesos.
Y el que se solidarizó con su compañero fue el regidor panista Alejandro Jiménez, quien a través de sus redes sociales pidió a sus seguidores coperacha para ayudarlo a pagar el adeudo de agua. Todo un acto de sarcasmo y burla.
Llegada de nueva vocera del ayuntamiento chihuahuita provoca incertidumbre
Ignacio Dávila presentó a la nueva funcionaria
La reciente designación de Mariana De La Chica Herrera como Vocera del Municipio de Chihuahua ha generado comentarios y especulaciones, ya que es un nombramiento que muchos consideran desconcertante y difícil de entender a primera vista. La decisión sugiere que De La Chica asumirá un rol de portavoz del alcalde Marco Bonilla y de la administración municipal, lo que implica que se le retira esa atribución a Ignacio “Nacho” Dávila, quien encabezaba hasta ahora el equipo de Comunicación Social.
Sin embargo, resulta complicado pensar que Dávila quede fuera del juego, dada su experiencia y capacidad para resolver problemas, además de su amplio conocimiento sobre el funcionamiento interno de la comunicación gubernamental.
Es probable que, aunque De La Chica asuma el puesto de vocera, Dávila siga desempeñando un papel crucial en la estrategia política del municipio, apoyando la creación de campañas publicitarias y fortaleciendo la imagen pública del gobierno municipal.
Mariana De La Chica, quien antes fue titular del Órgano Interno de Control del Municipio y más recientemente representante jurídica del PAN ante el Instituto Nacional Electoral (INE), tiene un perfil profesional ajeno al campo de la comunicación y los medios, lo que podría hacer que su papel como vocera sea cuestionado, aunque no se duda de su capacidad profesional.
El reto, sin embargo, es que la nueva vocera, al ser la voz oficial del alcalde y los directores de gabinete, deberá competir en la comunicación con otros actores dentro del gobierno. Es difícil que De La Chica pueda sustituir a los funcionarios de primer nivel en los medios de comunicación, ya que la figura del vocero, por sí sola, no puede reemplazar el contacto directo y la transparencia que se espera de los líderes políticos.
Sigue poniendo el dedo en la yaga Brenda Francisca Ríos
Vaya que el equipo jurídico de la diputada morenista y excandidata a la gubernatura por el Partido Verde, Brenda Francisca Ríos, está muy activo últimamente. En menos de dos semanas, ha interpuesto dos denuncias en contra del alcalde Marco Bonilla Mendoza. La primera de estas acusaciones involucra presunta complicidad con lo que la legisladora denomina un “cártel inmobiliario”, mientras que la segunda denuncia es por Violencia Política de Género.
Es importante reconocer que Ríos tiene todo el derecho de presentar estas denuncias, y será tarea de las fiscalías correspondientes determinar si existen elementos jurídicos suficientes para proceder en contra del alcalde. Sin embargo, es posible prever que, en la práctica, estas denuncias no vayan a tener repercusiones inmediatas o significativas. Es más probable que el proceso se quede en una instancia judicial sin mayores consecuencias para Bonilla.
Lo cierto es que, más allá del impacto real que puedan tener las denuncias, el objetivo político de Brenda Francisca Ríos y su equipo ya se ha cumplido. En el ámbito político, quien “pega primero, pega dos veces”, y el hecho de que estas denuncias sean presentadas en momentos de alta visibilidad tiene un peso simbólico. A través de estas acciones, Ríos y su partido buscan posicionarse frente a la opinión pública y generar una narrativa que incomode al alcalde y a su administración. Aunque las denuncias no lleguen a prosperar, el daño en la imagen política de Bonilla ya está hecho, y ese es, al final, el verdadero objetivo de esta jugada política.