Sugerencias sin destinatario… ¿o sí?

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por Talcual
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MORENA en Chihuahua desechó de inmediato que las recientes sugerencias de Claudia Sheinbaum, retomadas por el Consejo Nacional del partido, tuvieran un destinatario específico. Según Cuauhtémoc Estrada Sotelo, líder de la fracción morenista en el Congreso local, se entendieron como recomendaciones generales, aplicables a todos los militantes. O sea, para todos y para nadie.

Claro, nadie en su sano juicio político iba a levantar la mano y decir: “esas son para mí”. Eso sería lo más parecido a un mea culpa en público. Pero seamos serios: las sugerencias no eran tan generales como se quiere hacer ver. Eran, en el fondo, señalamientos con nombre y apellido, aunque no se hayan pronunciado directamente.

Ahí están: no volar en clase ejecutiva o de lujo (Gerardo Fernández Noroña), evitar el uso de helicópteros privados (Ricardo Monreal), no promoverse con recursos públicos o privados (Andrea Chávez), y ni hablar del nepotismo, que merecería una columna aparte. La lista, si seguimos, no cabe en el espacio.

Los lineamientos están desde siempre en el catecismo morenista, desde el famoso Decálogo de Morena. Pero como pasa con muchos catecismos, se vuelven una especie de misa dominical: se escucha, se asiente, y se olvida. Porque mientras se predica la austeridad, se vive entre departamentos de lujo, camionetas blindadas, ropa de diseñador y escoltas por doquier.

Concebirlo, aceptarlo o simplemente asumirlo, será decisión de cada militante… o mejor dicho, de cada aspirante con ambiciones. Porque si no hay reconocimiento del error, si no hay un mínimo de autocrítica, entonces ni aunque las sugerencias vinieran en forma de decreto presidencial habrá forma de cambiar conductas.

La pregunta queda en el aire: ¿realmente no tenían destinatario las recomendaciones… o simplemente no hay quien quiera verse en el espejo?

Tres ciudades, un solo destino

TRES CIUDADES UNIDAS

El “Progress 321 Borderplex Mayoral Panel” celebrado en el Teatro Plaza de El Paso no fue solo una reunión de protocolo ni una foto más para el archivo. Fue un mensaje poderoso: cuando Ciudad Juárez, El Paso y Las Cruces se sientan a la misma mesa, se construyen puentes más fuertes que cualquier muro.

Los alcaldes Cruz Pérez Cuéllar, Renard Johnson y Eric Enríquez pusieron sobre la mesa un tema esencial: la colaboración entre ciudades que, aunque separadas por líneas geopolíticas, comparten historia, economía, cultura y sobre todo, futuro. Porque lo que pasa en Juárez repercute en El Paso, y lo que se decide en Las Cruces puede afectar a ambas.

En su intervención, Pérez Cuéllar fue claro: la clave está en un plan conjunto, que pueda ser presentado tanto en Washington como en la Ciudad de México. Porque esta región no puede seguir viéndose como tres ciudades distintas, sino como un solo ecosistema que respira, crece y enfrenta desafíos comunes: seguridad, desarrollo económico, infraestructura y migración.

El valor de este encuentro va más allá de las palabras. Es un gesto político necesario en tiempos donde el aislamiento gana terreno. Mientras otros levantan barreras, aquí se tienden la mano. Mientras se habla de diferencias, aquí se apuesta por la cooperación.

Lo que se vivió en El Paso es un recordatorio de que cuando los liderazgos locales piensan en grande, actúan en conjunto y miran más allá del corto plazo, las fronteras dejan de ser límites y se convierten en lazos.

Tres ciudades, tres alcaldes, una región. Un solo destino compartido.

Chihuahua cruza fronteras con rumbo a la innovación

EL LIDERAZGO DE LA GOBERNADORA

No solo los alcaldes fronterizos están tejiendo puentes internacionales. La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, también cruzó la frontera —esta vez hacia Austin, Texas— en una visita estratégica que va más allá de la diplomacia: apunta directamente al desarrollo económico, educativo y tecnológico de la región.

Acompañada de parte de su gabinete, incluidos los secretarios de Innovación, Educación y Seguridad, Campos no fue a improvisar. La reunión con empresarios, líderes estatales y directivos de la Universidad de Texas marcó un paso firme hacia una colaboración más profunda entre Chihuahua y el estado vecino. En momentos en que el discurso antimexicano vuelve a asomarse en ciertos sectores de EE. UU., estas acciones mandan otro mensaje: el de la cooperación y la interdependencia.

Durante el encuentro con la Texas Association of Business, encabezada por Glenn Hamer, se trazaron las líneas de un futuro común. La visión compartida es clara: abrir nuevas rutas de intercambio, permitir que las empresas chihuahuenses accedan a mayores mercados y facilitar el flujo de innovación y talento.

Pero no solo se habló de negocios. Con la Universidad de Texas en Austin, se exploraron oportunidades de colaboración educativa y científica. Jim Davis, presidente interino, y Maru Campos coincidieron en algo fundamental: sin educación no hay progreso sostenido. Y si algo quedó claro, es que los temas emergentes como la electromovilidad y la inteligencia artificial ya no son parte del futuro, sino del presente.

Este viaje no es menor. Es una señal de que Chihuahua quiere estar en la mesa donde se discuten las grandes decisiones del desarrollo binacional. La apuesta está en conectar con el talento, la inversión y la tecnología que puede detonar un nuevo ciclo de prosperidad compartida.

Cuando los gobiernos entienden que el crecimiento no respeta fronteras políticas y que el bienestar debe ser una meta común, es cuando se dan los pasos que verdaderamente cambian el rumbo de una región.

Chihuahua está cruzando esa frontera, con visión, estrategia… y sin mirar atrás.

 

 

 

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