Responden médicos del ISSSTE; Que políticos, Batres y ministros sean los que practiquen abortos

por Talcual
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Médicos ginécologos del ISSSTE así como de otras clínicas y consultorios del estado de Chihuahua, han mostrado desde ayer una gran preocupación a través de chats en redes sociales, de lo que implicaría practicar abortos masivos, quitar la vida a seres humanos indefensos.
Reconocen que no solo se mata a una vida humana desde el seno de la madre, sino se atenta contra el futuro del estado y del país. Sus hijos.
A este medio de comunicación, han llegado un sinnúmero de opiniones de estos médicos, quienes reservándose sus datos generales, expresaron sus puntos de vista ante la imposición ordenada esta semana por los todavía ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para despenalizar el aborto en Chihuahua y del director general del ISSSTE Martí Batres; el cual éste último giró instrucciones a todas las clínicas públicas del ISSSTE del país, para que practiquen el aborto «voluntario» sin restricción, es decir, sin limitaciones ni justificación.
Con esta instrucción del gobierno federal de la presidenta Claudia Sheinbaum, un bebé de nueve meses a punto de nacer del vientre de su madre, puede ser asesinado sin objeción ni justificación alguna. Simplemente no existe en el interés del gobierno.
A este respecto, los ginécologos y médicos refieren que no es lo mismo practicar un aborto que hacer los legrados para provocarlo. Las implicaciones médicas y sicológicas en la paciente son distintas y de gran impacto.
Pero ponen en la mesa un tema interesante de análisis, que esos políticos impulsores de tales medidas abortivas, como ministros, legisladores, feministas, el propio Martí Batres, sean los que acudan a las clínicas y hospitales y practiquen ellos mismos los procedimientos que llaman de «interrupción» coloquialmente, es decir, que ellos vean como se provocan los abortos y legrados en las pacientes. El impacto en sus vidas marcaría una diferencia en la forma de pensar.
«Si aprueban el aborto en niños mayores de 20 semanas de gestación ya no es aborto, y dije niños porque con 20 semanas de gestación son ya niños; fetos son antes de las 8 semanas, con 20 semanas ya son niños, seres humanos, medicamente se les dice prematuros si nacen pero son niños, entonces son homicidios los que se cometerían», compartió un galeno de experiencia.
Cuando las enfermeras y médicos hagan por imposición los primeros abortos en Chihuahua, quizás solo se queden haciendo gestos de desaprobación, pero después de estarlos repitiendo un mes o dos meses o varios años, van a tener consecuencias psicológicas, porque repito, no es lo mismo hacer uno o dos abortos que hacerlo ya rutinariamente, establecen.
Después de un mes, dos meses o un año de estarlos haciendo como parte de su profesión quizás las enfermeras y médicos cuando les toque descanso van estar pensando ¿caray que estamos haciendo?, con cargos de conciencia muy fuertes en sus vidas.
Los médicos y enfermeras también tienen derechos, así como los homosexuales de decir «No» a algo que les quieran imponer. Su objeción de conciencia no existe para el gobierno de la llamada Cuarta Transformación. Si esto no se detiene en Chihuahua y en el país, un médico ginecólogo con 30 años de trabajo antes de jubilarse habría practicado cientos o miles de abortos, la carga de conciencia sería brutal. Más aún si ese profesional de la salud tiene una creencia espiritual.
Los médicos locales critican que ellos no fueron tomados en cuenta para este asunto del aborto, y rematan con expresiones contundentes; «estaría bueno que Martí Batres estuviera presente en donde se hacen los abortos, para que vea que no es nomas hablar, estaría buenos que los ministros, licenciados y diputados asistan y practiquen los abortos o estuvieran presentes para haber si no cambian de opinión».
Estas políticas «Pro-muerte» del gobierno federal, empiezan a generar gran malestar social en Chihuahua y otras partes de país.
Se anticipa que si no se da marcha atrás a estas disposiciones muchos ginecólogos renunciarían al ISSSTE y otros médicos o especialistas se negarán a entrar a trabajar ahí, en perjuicio de un servicio médico de por si, cada vez más deficiente para la población derechohabiente.
Al tiempo.

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